Profesores, alumnos, padres y madres protagonizan una manifestación para exigir que se reanuden las obras de ampliación del centro
La Comunidad Educativa del IES Tháder de Orihuela ha pasado hoy a la acción. Han llevado a cabo una manifestación que ha recorrido parte de la ciudad para exigir que se reanuden las obras de ampliación que la empresa DOALCO, adjudicataria de estos trabajos, habría paralizado por falta de presupuesto.
Profesores, madres, padres y alumnos se muestran indignados por la situación y han protagonizado una manifestación que ha arrancado en el Instituto y ha recorrido las calles de Orihuela hasta llegar al parque Severo Ochoa, que se encuentra a escasos metros de la sede de DOALCO.
Una pancarta portada por la directora del centro, Ana Mas, y varios profesores ha encabezado la manifestación. En ella podía leerse ‘El futuro de la Educación no está en un barracón’. Alumnos y padres y madres también han portado carteles y pancartas que rezaban ‘Estamos hartos’; ‘Entre pillos anda el juego’ o ‘Estamos hartos’.
El Instituto Tháder lleva más de veinte años reclamando una ampliación y contar con unas instalaciones digna que pongan fin a los barracones.
La ampliación del centro se adjudicó en abril de 2021 a la empresa DOALCO y contaba con un plazo de ejecución de cuatro meses. Tras varios retrasos y, ahora con la paralización de la obra, la comunidad educativa siente que se está alargando la agonía, a la vez que se está comprometiendo seriamente el inicio del próximo curso.
«No podemos más, llevamos diez meses de obra y ahora está paralizado. Es una situación insostenible, necesitamos que se renueve el compromiso de que en septiembre vamos a empezar el curso con un aulario nuevo y con las instalaciones dignas que merecemos», ha dicho Ana Mas, directora del IES Tháder.
Por su parte, la presidenta del AMPA, Rosa Sánchez, «cuando se adjudicaron las obras se nos abrieron las puertas del cielo porque iban a eliminar los barracones y ahora estamos en esta situación. Necesitamos que el instituto esté en condiciones óptimas, que tenga un laboratorio y una biblioteca y se pueda dar clase con normalidad».
La Comunidad Educativa exige arrancar el próximo curso en septiembre con las obras terminadas y sin barracones. El centro cuenta desde hace más de dos décadas con seis barracones que acogen a buena parte de los 550 alumnos con los que cuenta el centro.
Están hartos y hoy han vuelto a salir a la calle para gritar alto y claro que quieren unas instalaciones dignas.
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