La restauradora del Museo de Arte Sacro acomete importantes mejoras en un Cristo Crucificado y en tres relicarios
El patrimonio cultural de Orihuela ha recuperado una de sus piezas más desconocidas, y a su vez más valiosas, de la Catedral del Salvador. Se trata de un relicario ubicado en la Capilla de las Reliquias que contiene en su interior los bustos de cinco santos. Tres de los cuales han sido restaurados por Pilar Vallalta, restauradora de Bienes Culturales del Museo Diocesano de Arte Sacro, quien dirige a un grupo de voluntarias que han trabajado en este cometido.
Las piezas reparadas son tres relicarios que datan del siglo XVII y que pertenecen a San Víctor, San Esteban de Cerdeña y San Antero. Sobre este último, y a propósito de los trabajos que se han realizado en la pieza, se ha descubierto que realmente se trata de este papa y mártir, y no de San Ceferino como habían considerado hasta el momento los historiadores locales. Al trabajar con la reliquia las restauradoras se toparon con que en su interior estaba el cerebro de San Antero. Algo que acreditaba un testimonio documental localizado junto a él.
En el caso de los bustos de San Víctor y San Esteban de Cerdeña, ambos han recuperado su esplendor tras una limpieza del bronce sobredorado y policromado. Todas estas piezas, junto a los bustos también de Santa Severa y Santa Florinda, están custodiadas en la Capilla de las Reliquias, dentro de un relicario que solo se abre en ocasiones especiales y cuando el Obispo visita la Catedral.
Pero no son las únicas obras restauradas dentro de la Catedral del Salvador. También se ha recuperado el Cristo Crucificado que se ubica habitualmente en la rejería del prebiterio, en el Altar Mayor justo encima de la Cátedra del Obispo. El presidente del Cabildo Catedralicio, José Antonio Gea, cuenta que muchas fieles han echado de menos la pieza, que ha estado en el taller de restauración del Museo de Arte Sacro durante las últimas semanas. El afecto hacia la talla escultórica se debe a que es el Cristo que se expone en la Catedral cada Viernes Santo. En la última Semana Santa la pieza sufrió una rotura en la parte del brazo izquierdo que obligó a su rehabilitación. Y ya en el taller se decidió limpiar la policromía de la pieza, atribuida a la Escuela Granadina y fechada en el siglo XVII.
Dentro de la Catedral se ha realizado varias modificaciones en la sala vestidor de los canónigos, anexa a la Capilla de las Reliquias. El espacio, construido en la segunda mitad del siglo XVIII, ha recuperado su pavimento original de lajas de piedra, los armarios y se ha dotado de iluminación LED.
José Antonio Gea señala que estos trabajos realizados «con poco presupuesto, la ayuda de voluntarias y mucha imaginación» son imprescindibles para recuperar y conservar el valioso patrimonio que encierra la Catedral de Orihuela. El deán es contrario a realizar grandes obras en tiempos de crisis, donde explica que atienden desde Cáritas a unas 200 personas «y el presupuesto lo aportamos fundamentalmente a atender a las familias necesitadas».
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