Las personas adictas a las compras presentan alteraciones en el estado del ánimo, problemas de autoestima y alta impulsividad
. Expertos de Quirónsalud de Torrevieja y Valencia estiman que existe un 3% de la sociedad española con una edad media de 40 años que padece un problema de control de impulsos al que se denomina “adicción a las compras” o “compulsión por comprar”. Este trastorno afecta a dos tercios más de mujeres que de hombres. Según Miguel Sánchez, especialista en Psicología en el Hospital Quirónsalud Torrevieja, “el hecho de consumir de manera compulsiva es solo la punta del iceberg de un problema emocional que se arraiga en lo más profundo de la psique de quien lo padece”.
La autoestima de una persona puede aumentar hasta un 17% en el momento de adquirir determinados bienes de consumo. Las compras compulsivas y no planificadas, de artículos que no se necesitan, por un importe que supera sus posibilidades económicas, constituyen, a grandes rasgos, las características que definen a un adicto a las compras, un trastorno que, en muchas ocasiones, no se percibe como tal.
Qué pasa en nuestro cerebro cuando compramos
A la hora de realizar una compra se activa lo que conocemos como circuito de recompensa, en el que nos sentimos bien cuando alcanzamos un objetivo. En este caso, el objetivo es comprar una cosa que nos gusta o pensamos que necesitamos. “La dopamina, también llamada la hormona del placer”, explica la doctora Marina Sangonzalo, psicóloga del Hospital Quirónsalud Valencia, “es la hormona que activa todo ese circuito de recompensa y hace que tengamos esa necesidad. Esto a su vez activa la serotonina, que es la hormona encargada de hacernos sentir felices. Es como decirse a sí mismo «me puedo sentir feliz haciendo compras».
La diferencia entre una persona adicta a las compras de una que no lo es básicamente reside en la activación rápida ese circuito de recompensa, ya que puede estar decaída de ánimo o con falta de autoestima y suelen sentirse tentados más fácilmente. “Este trastorno psicológico se denomina oniomanía y suele ser frecuente en personas con alteraciones en el estado de ánimo y una alta impulsividad”, indica la doctora Sangonzalo.
Durante el periodo de rebajas como el Black Friday y las compras navideñas se enfatizan y exponen de manera más clara las consecuencias de la adicción a las compras, cuando aumenta la ansiedad del paciente, quien intenta paliarla con impulsos. “Querer y necesitar son dos términos que las personas con conductas de compra compulsiva suelen confundir”, añade el doctor Sánchez.
Cómo prevenir la adicción
En primer lugar, se debe pedir ayuda al entorno más inmediato y acudir a los profesionales adecuados, pues “es primordial que la persona tome conciencia del problema grave del que difícilmente podrá salir por sí misma”, aconsejan los especialistas. La psicoterapia y la valoración por parte del médico psiquiatra para tratar o descartar otros trastornos mentales asociados serán imprescindibles si se quiere garantizar un pronóstico exitoso sin recaídas. Esta será la única manera de cerrar un capítulo que el individuo que padece la adicción vive con vergüenza y angustia.
Deja tu comentario