El acusado golpeó repetidamente en la cabeza a las víctimas, vecinos de su misma calle, con una maza
La Sección Undécima de la Audiencia Provincial de Alicante, ha impuesto 43 años de prisión, con un máximo efectivo de cumplimiento de condena de 40 años, a un hombre tras declarar probado que asesinó a dos vecinos suyos, una octogenaria y su hijo, en Orihuela el 6 de junio del pasado año.
La sentencia, que puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, recoge el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular al término del juicio, que se celebró entre los días 16 y 19 del pasado mes de octubre.
Los hechos ocurrieron al filo de la medianoche, cuando el acusado se acercó al domicilio de sus vecinos y discutió con ellos porque le debían dinero por la colocación de una reja en una ventana. Terminada la discusión, se marchó a su vivienda, situada en la misma calle, y regresó unos veinte minutos después con las manos cubiertas por unos guantes de plástico y armado con una maza de tipo martillo.
El penado aprovechó que la puerta de la casa de sus vecinos estaba abierta para entrar y dirigirse a la cocina, donde, de forma sorpresiva y sin darle posibilidad de defensa, asestó varios golpes con la maza en la cabeza a una de las víctimas, un hombre de 50 años de edad, que le provocaron la muerte unos minutos más tarde, tal y como refleja la resolución judicial.
A continuación fue hasta el salón, donde se encontraba sentada en un sillón la madre del anterior, de 80 años, y le golpeó también con la maza en la cabeza repetidamente para acabar con su vida y evitar que pudiera delatarlo. Esta víctima falleció al mes siguiente a causa de las lesiones en un centro hospitalario.
La magistrada de la Audiencia que presidió este juicio, de conformidad con el veredicto del jurado popular, ha condenado al acusado por dos delitos de asesinato a sendas penas de 20 y 23 años de cárcel, la primera por el asesinato del hombre y la segunda por el de su madre. No obstante, conforme a lo que establece el artículo 76.1 c del Código Penal, el máximo de cumplimiento efectivo de la condena será de 40 años.
Además, le ha impuesto la prohibición de aproximación a menos de 300 metros y de comunicación por un tiempo superior en diez años a las penas de prisión respecto a un hijo y hermano, respectivamente, de los asesinados, a los que deberá indemnizar con 130.000 euros en total por el fallecimiento de sus familiares.
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