Las compras pueden ser especialmente adictivas cuando comprar no tiene como objetivo satisfacer carencias materiales si no que se realizan para cubrir otras carencias emocionales, afectivas o psicológica
El psicólogo Luís Lizarán, psicólogo del Hospital Quirónsalud Murcia, resalta que las compras pueden ser especialmente adictivas cuando comprar no tiene como objetivo satisfacer carencias materiales si no que se realizan para cubrir otras carencias emocionales, afectivas o psicológicas que, unido a los trastornos depresivos y de ansiedad, del aislamiento social y el abandono de hábitos saludables provocados por la pandemia, podrían incrementar el número de adictos a las compras.
Así mismo, las compras online pueden llegar a ser incluso más adictivas que las físicas al no poder controlar disponibilidad del objeto, la gran sobrecarga de estímulos en la red y la escasa sensación de gasto, ya que al no pagar en efectivo se produce la ilusión de que el derroche es menor, tal y como afirma el neuropsicólogo del Hospital Quirónsalud de Torrevieja Miguel Sánchez.
Qué pasa en nuestro cerebro cuando compramos
A la hora de realizar una compra se activa lo que conocemos como circuito de recompensa, en el que nos sentimos bien cuando alcanzamos un objetivo. En este caso, el objetivo es comprar una cosa que nos gusta o pensamos que necesitamos. “La dopamina, también llamada la hormona del placer”, explica el neuropsicólogo de Quirónsalud Torrevieja, “es la hormona que activa todo ese circuito de recompensa y hace que tengamos esa necesidad. Esto a su vez activa la serotonina, que es la hormona encargada de hacernos sentir felices. Es como decirse a sí mismo «me puedo sentir feliz haciendo compras».
La diferencia entre una persona adicta a las compras de una que no lo es básicamente reside en la activación rápida ese circuito de recompensa, ya que puede estar decaída de ánimo o con falta de autoestima y suelen sentirse tentados más fácilmente.
Cómo controlar la compra compulsiva
Durante el periodo de rebajas como el Black Friday y las compras navideñas se enfatizan y exponen de manera más clara las consecuencias de la adicción a las compras, cuando aumenta la ansiedad del paciente, quien intenta paliarla con conductas impulsivas “Querer y necesitar son dos términos que las personas con conductas de compra compulsiva suelen confundir”, añade el doctor Lizarán de Quirónsalud Murcia.
Para evitar caer en la adicción a las compras el neuropsicólogo del Hospital Quirónsalud Torrevieja recomienda:
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Dedicar un presupuesto mensual para cada uno de los gastos que tenemos que hacer, dejando siempre una pequeña partida para “premios” o “extras” que podemos darnos a final de mes.
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No comprar inmediatamente algo que nos apetece. Antes de comprar algo hacer una pequeña lista de razones valorando pros y contras del desembolso que vamos a realizar
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Hacernos preguntas como las siguientes: ¿es un gasto o una inversión? ¿cuántas veces a la semana voy a utilizar esa cosa que quiero comprar? ¿hay alternativas como alquilar ese artículo, pedirlo prestado a alguien etc.
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Comentar con otras personas de “confianza” las razones para hacer determinada compra, es importante que aprendamos a escuchar las opiniones de las personas en que confiamos.
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Buscar “señales” de alarma: ¿compro más cuando estoy triste? ¿tengo artículos guardados en casa que ni siquiera he sacado del embalaje? ¿estoy siempre endeudado?
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Buscar ayuda profesional especializada ante la más mínima duda: un buen diagnóstico y un tratamiento a tiempo pueden resultar cruciales para evitar una bancarrota económica y emocional.
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