El instituto cuenta con un historial de seis desprendimientos en quince años, el primero de ellos se registró solamente un año después de finalizar la construcción del edificio
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del IES La Encantá de Rojales ha denunciado públicamente y ante la administración competente, la conselleria de Educació, un nuevo desprendimiento de una de las bovedillas del centro de secundaria de Rojales, esta vez en uno de los cuartos de baño del profesorado, cerrado al acceso desde entonces.
Según informan desde la asociación, el mismo día que se conoció la caída de ese elemento arquitectónico, la dirección del centro informó a Inspección y a la Dirección Territorial de Educación, decidiendo ésta enviar a dos técnicos el mismo día de los hechos, el pasado 16 de septiembre.
Los técnicos desplazados hasta el instituto realizaron una inspección ocular en varios puntos del edificio y aseguraron, en presencia del inspector, que se tramitaría el pertinente informe. El centro, no conforme con la valoración, solicitó a Dirección Territorial la visita de otro técnico que, tras realizar una nuevo examen, estableció como patología del centro una mala solución arquitectónica, y puso en duda la calidad de las bovedillas tras las reiteradas caídas de las mismas.
Inspección de Secundaria
Según ha podido conocer DIARIO DE LA VEGA, Higinio Mora, inspector de Secundaria aseguró verbalmente a la concejalía de Educación de Rojales que este problema se solucionaría en el menor tiempo posible cumpliendo los trámites necesarios y que no existía «peligro real» al respecto.
Pese a ello, desde la AMPA exigen que este problema se resuelva con «la mayor de las urgencias», y del mismo modo denuncian públicamente que ningún organismo competente se ha comprometido por escrito a garantizar la seguridad del edificio.
Historial de desprendimientos
El historial de desprendimientos de bovedillas en el IES La Encantá de Rojales, que acoge a alumnos del municipio y de las localidades vecinas de Benijófar y Formentera del Segura, es amplio teniendo en cuenta lo reciente de su construcción.
En noviembre de 2000, apenas un año después del fin de las obras de construcción del centro, se registró la primera caída de bovedillas y de las escayolas que las ocultan. Estos hechos se volvieron a reproducir en abril de 2003, en una de las aulas del centro; en noviembre de 2007, en el pasillo de la primera planta del instituto; o en enero de 2008, en el pasillo de la segunda planta, tomando la decisión de trasladar a los alumnos durante varias semanas al instituto de Guardamar.
En julio de 2011, se desprendieron, en esta ocasión, las placas de mármol que conforman la fachada del gimnasio del centro. Y la última caída se registró el pasado 16 de septiembre de este mismo año. En todos estos incidentes, afortunadamente no se ha producido ningún daño personal.
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