El eurodiputado de C’s defiende medidas «para que nuestra industria compita en igualdad de condiciones con acuerdos comerciales y arancelarios que no penalicen»
«La UE no puede estar al margen de una situación como la vivida en la Vega Baja, que ha afectado a miles y miles de familias, empresas e infraestructuras. Tiene contribuir con soluciones y colaborar con fondos específicos«. Así lo ha pedido hoy en su visita a la provincia de Alicante el eurodiputado Jordi Cañas, uno de los defensores «de que la Comunidad Europea se implique en apoyar a los damnificados por la DANA y la reconstrucción».
Cañas ha visitado hoy la provincia de Alicante en compañía los candidatos al Congreso, Marta Martín y Juan Ignacio López-Bas. Martín ha agradecido al eurodiputado «su pelea para que lleguen las ayudas de la UE para la DANA a la Vega Baja, donde creemos que con las soluciones que está dando del Gobierno no vamos a conseguir solventar las graves situaciones que se han generado».
Durante su visita a las instalaciones de la empresa Mustag en el Parque Empresarial de Elche, Jordi Cañas, responsable del Parlamento Europeo del acuerdo con Mercosur y miembro de la comisión de comercio internacional, se ha comprometido «a vigilar que todos nuestros tratados sean respetuosos y exijan las mismas condiciones que nosotros tenemos en territorio europeo«. El eurodiputado de Cs ha lamentado que «hasta ahora no se hayan puesto los mecanismos para ello y prueba de ello es que durante muchos años el calzado de Elche ha sufrido una competencia desleal». Se ha mostrado partidario de «trabajar en la UE para proteger y hacer competitivo nuestro tejido empresarial con las mismas reglas del juego que otros países, con acuerdos comerciales arancelarios que no penalicen, sino que ayuden a crecer y ampliar mercados».
Cañas se ha hecho eco de que «estamos permitiendo que algunos vendan calzado aquí en condiciones sanitarias que, en algunas ocasiones, son nocivas para la salud, perjudicando así a nuestros consumidores y a nuestra industria, a la que le exigimos mucho y casi nada a las empresas que traen sus productos a la UE. Hay que equilibrar eso si queremos que nuestros productores
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