El ladrón consiguió sustraer alrededor de 200 kilos de tomates
Guardia Civil junto con la Policía Local de Albatera han investigado a un varón por sustraer alrededor de 200 kilogramos de tomates para su posterior venta en el municipio. Durante el desarrollo de las investigaciones los agentes han devuelto alrededor de 75 kilogramos de tomates a sus legítimos dueños. Las diligencias policiales han sido remitidas al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Orihuela.
Los hechos comenzaron en agosto, cuando un individuo fue observado sustrayendo tomates de varias propiedades agrícolas de la localidad de Albatera, para luego venderlos de manera ambulante en la vía pública, llegando incluso a ofrecer los productos a conductores en las paradas de semáforos de este municipio.
Ante la preocupación de los agricultores y vecinos, el Equipo Roca de la Compañía de Torrevieja, el Puesto Principal de Dolores y la Policía Local de Albatera iniciaron de forma conjunta una investigación policial. Tras varios días, en los que se intensificaron los dispositivos de vigilancia y control en las zonas agrarias para evitar nuevos robos, se logró identificar al presunto autor, un varón de 43 años de nacionalidad marroquí, con antecedentes por delitos similares.
A pesar de que no constaba un domicilio conocido del sospechoso en las bases de datos policiales, la colaboración ciudadana fue clave para localizar una nave abandonada donde se alojaba sin conocimiento de los propietarios. Durante las actuaciones, los agentes encontraron 75 kilogramos de tomates de distintos tipos, los cuales fueron devueltos a sus legítimos dueños.
Finalmente, el 26 de septiembre, en Albatera, el individuo fue investigado por cuatro delitos de hurto de tomates, habiendo sustraído alrededor de 200 kilogramos de producto agrícola de diversas fincas del municipio.
Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Orihuela, que se ha hecho cargo de la instrucción del caso.
La Guardia Civil recuerda que comprar productos hortofrutícolas de procedencia sospechosa no solo fomenta la delincuencia y el mercado ilegal, perjudicando gravemente a los agricultores y al mercado agrario nacional. Además, puede tener graves consecuencias para la salud, ya que dichos productos no han pasado ningún tipo de control que garantice que son aptos para el consumo.
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