Las carrozas que desfilaron en el ‘57 abrieron el camino a lo que hoy en día es una tradición de las fiestas pilareñas han sido recordadas en un sencillo acto en la Casa de Cultura
Un cisne blanco y la torre de la Iglesia dieron forma a las carrozas que en 1957 participaron del primer desfile de Pilar de la Horadada. Sus 26 participantes, pioneros en los que hoy en día es una de las tradiciones más arraigadas de las fiestas pilareñas, han sido homenajeados ayer en la Casa de Cultura.
Ya son 37 los desfiles que han disfrutados los vecinos de este municipio, las primeras dos ediciones aisladas en el tiempo se remontan a los años 1957 y 1962, pero no sería hasta 1978 cuando Pilar de la Horadada comienza a programar desfiles de carrozas de forma continuada en sus fiestas patronales. Hoy 35 años más tarde, estos desfiles son uno de los hitos tradicionales más esperados durante las fiestas por todos los pilareños.
La directora de Casa de Cultura, Maria García, fue la encargada de explicar a través de imágenes cómo surgió aquél pionero desfile, se recordó el gran cisne blanco rodeado de margaritas en el que en medio cual reina primaveral se encontraba la Reina de las Fiestas del año 54 que dirigió Lucrecio Ros. La dirigida por Manuel Ribera portaba a la Reina del ’55, una Torre de la Iglesia, rodeada de flores y niñas vestidas de mariposas que desfilaban alrededor de esta carroza. Durante el acto, en el que se proyectaron imágenes de la época, se homenajeo a los participantes en este primer desfile con la entrega de diplomas de reconocimiento.
Tras el homenaje se inauguró una exposición de 210 imágenes y más de una docena de trajes y complementos que recorren la historia del Desfile de Carrozas desde el año 1957 al 2012. Esta muestra estará disponible en Casa de Cultura hasta el próximo 31 de octubre en su horario habitual.
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