Decenas de jóvenes, y no tan jóvenes, salen cada día a capturar pokémon por las calles de la ciudad
Los pokémon aparecen en las zonas más emblemáticas de la ciudad / M.A.
El delirio desatado en torno al juego de realidad aumentada Pokémon Go no escapa prácticamente a ningún rincón del mundo. Tampoco a Orihuela donde decenas de jóvenes, y no tan jóvenes, salen cada día a cazar a las criaturas creadas por Nintendo- hace ya más de dos décadas- por los lugares más emblemáticos de la ciudad. Pikachu, Squirtel o Charmander se esconden en cualquier rincón del municipio a la espera de ser capturados por la pokéball de algún intrépido jugador.
Una de las paradas obligatorias en la ‘pokecazería’ por Orihuela es la Plaza del Carmen, junto al Ayuntamiento, que tiene categoría de poképarada. Allí cada tarde se reúnen decenas de usuarios para conseguir nuevas pokeballs, pokemonedas o pociones que permitan mejorar el rendimiento de las mascotas o directamente revivirlas. Se trata de un paso obligado para todo buen jugador que aspire a convertirse en un gran maestro pokémon.
Llama la atención como rincones que cualquier otro verano estarían despoblados antes de la caída de la noche ahora están ocupados por los usuarios de este juego. Algunos jóvenes reconocen abiertamente que desde que descargaron la aplicación en sus teléfonos recorren hasta cuatro kilómetros diarios en busca de pokémon mientras antes pasaban las tardes veraniegas en el sofá o delante del ordenador.
De hecho es completamente necesario recorrer la ciudad a pie para ‘hacerse con todos’ –como reza el lema del juego- puesto que los ejemplares se esconden en lugares propicios para su naturaleza. Por ejemplo para capturar un pokémon de agua es necesario acercarse a entornos como el río Segura, fuentes o incluso a las playas del litoral. Para coger a los de tipo roca sirve la sierra, mientras que para los de tipo planta el Palmeral y las zonas ajardinadas son el lugar más propicio del municipio.
De esta forma los usuarios exploran la ciudad a través del sistema de geolocalización a través de un prisma diferente y, en ocasiones, hasta reconocen haber descubierto rincones a los que hasta ahora no habían prestado atención. La Plaza de las Salesas o la de la Soledad son otros de los emplazamientos destacados del juego, donde es habitual ver a los usuarios del juego sentados frente a su smartphone.
Pero si hay una parada obligatoria en el recorrido que guía la aplicación son los gimnasios que se ubican en puntos como la biblioteca María Moliner u Ociopía. Estos espacios permiten combatir contra los pokémon de otros jugadores con el fin de apropiarse del gimnasio o elevar su experiencia.
Evita peligros
La fiebre por este juego ha tenido ya sus primeras consecuencias fatales o las primeras multas por forzar situaciones que exceden la legalidad en busca de un pokémon. Por ello la Policía Local de Orihuela ha emitido a través de sus redes sociales unas recomendaciones en las que llama a divertirse cazando estas criaturas pero de forma segura. Así advierte por ejemplo que entrar en una propiedad privada para capturar pokémon es directamente delito así como jugar en sitios públicos cuando están cerrados. Conducir manejando el móvil acarrea una sanción de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné.
Además el cuerpo policial realiza una serie de advertencias como que no hay que olvidar que además de pokémon en las calles circulan coches y es necesario mirar al frente cuando se va andando. También alertan de que se han dado casos en los que se ponen cebos en sitios apartados y cuando van niños a lugar les atracan quitándole la cartera, el reloj o el móvil.
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