La instalación, en caso de ser aprobada por grupos políticos y agentes sociales, se llevaría a cabo en la finca del Pallaret, a tres kilómetros del casco urbano
Las reacciones a la propuesta del Consell de instalar en los municipios de Guardamar y Orihuela las nuevas planta de transferencia del Plan Zonal de la Vega Baja no se han hecho esperar. Desde el consistorio guardamarenco ven como una “buena noticia” la propuesta de albergar en su término municipal una de estas dos instalaciones, “ya que se trata de gestionar nuestro propios recursos, en una comarca que es la única que no lo hace”.
El consistorio guardamarenco lista en un comunicado los beneficios que reportaría la construcción de esta instalación en un terreno de la localidad, concretamente en la finca del Pallaret, localizada a unos tres kilómetros del casco urbano.
Entre esos beneficios, desde el Ayuntamiento destacan la generación de puestos de trabajo, la mejora en los servicios de recogida, el ingreso de un euro por tonelada de residuo trasvasado así como ingresos paralelos por licencias e impuestos o el sellado definitivo del antiguo vertedero.
Ahora, representantes políticos, ciudadanos y agentes sociales y económicos deberán estudiar “meticulosamente” la propuesta y discernir si finalmente se trata de una buena iniciativa para la localidad, concluye el comunicado.
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