La acción partirá desde el Puente de Hierro de Guardamar (domingo 7, 10.00 horas) bajo el lema ‘Basta de basuras en el río Segura’
Con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales el pasado 2 de febrero, tres grupos ecologistas han organizado un paseo reivindicativo por la mota del río Segura y bajo el lema ‘Basta de basuras en el río Segura’.
La marcha, organizada por Ecologistas en acción, Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) y Amigos de la Sierra Escalona, se llevará a cabo el próximo sábado 7 de febrero (10.00 horas) con salida desde el Puente de Hierro de Guardamar. Desde ese punto, según señalan las asociaciones participantes, se iniciará un recorrido que transcurrirá a través de la mota norte del cauce nuevo hasta la Gola. Durante el recorrido, además de observar la fauna avícola de la zona, “los asistentes podrán comprobar el estado de degradación en que se encuentras algunas zonas del cauce”, indican desde AHSA.
Las organizaciones pretenden con este acto llamar la atención sobre el lamentable estado en que se encuentra esta zona del río Segura, por el vertido de residuos y basuras que llegan a su cauce, procedentes de diferentes azarbes de riego que allí desembocan. Los ecologistas exigen a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) el cumplimiento de la legislación que protege el Domino Público Hidráulico de vertidos que puedan contaminar las aguas o que degraden su entorno, “pese a que es una situación que se viene manteniendo desde hace muchos años”. Hechos que ya fueron motivo hace unas semanas de una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), según explican desde AHSA.
Los grupos convocantes llaman la atención de que estos vertidos se están produciendo en un humedal protegido, ya que la Desembocadura del Segura se encuentra incluida como zona nº 24 en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana. Además, recuerdan la grave contaminación que durante décadas padeció el río Segura, que su recuperación fue fruto de la movilización ciudadana y que finalmente el proceso judicial acabó con la condena a costas de los grupos ecologistas que denunciaron los hechos. Sin que el problema de los vertidos de los azarbes en la desembocadura haya sido abordado.
Finalmente, los ecologistas reclaman que se incluyan en la revisión del Catálogo de Zonas Húmedas diferentes humedales que quedaron fuera en el catalogo aprobado en 2002, como los saladares de Arneva, el Fondet de la Senieta o las lagunas de Rabassa.
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