El Hospital Quirónsalud Torrevieja incorpora estos dispositivos para reducir la ansiedad y la sensación de dolor en niños que entren con fracturas, luxaciones o para sacarse sangre
El Hospital Quirónsalud Torrevieja incorpora gafas de realidad virtual para la atención de los niños en su servicio de urgencias pediátricas. El uso de estos dispositivos de manera personalizada para cada niño tiene un papel en la reducción de la percepción de ansiedad y dolor ante procedimientos como la toma de muestras de sangre o la reducción de fracturas y luxaciones, entre otros.
El funcionamiento de estos dispositivos permite mantener la atención del niño fuera del procedimiento que se le aplica durante su asistencia. Como explica la doctora María Mínguez jefa del Servicio de Pediatría de Quirónsalud Torrevieja, “con la introducción de este medio, esperamos observar múltiples beneficios para el paciente. Entre las ventajas que pueden aportar las gafas de realidad virtual se encuentran las extracciones de muestras más rápidas, la disminución del número de intentos fallidos en la extracción de muestras por una mayor colaboración del paciente, menores necesidades de anestésicos, y el efecto de amnesia retrógrada en la memoria del niño que, al no recordar el episodio como algo traumático, favorece una predisposición positiva ante futuras visitas a un centro sanitario.”
Entre los procedimientos puestos en marcha por el Servicio de Pediatría de Quirónsalud Torrevieja destacan el entrenamiento de todo el personal para mejorar la empatía con padres y familiares, la mejora de la comunicación y la información acerca de la técnica que se va a realizar para adecuarla a la edad y la compresión del paciente, la participación activa de padres y niños durante los procedimientos, el uso de escalas del dolor y su registro en la historia clínica para poder conocer la evolución y la utilización de un refuerzo positivo tras cada una de las intervenciones, entre otras prácticas.
Todas estas actuaciones resultan muy beneficiosas, tanto para los menores como para sus familiares y personal sanitario. “Los niños no sufren sin necesidad, de manera que su recuerdo de la estancia en el hospital deja de ser doloroso; mejoramos su estado de ansiedad y, con ello, el de padres y familiares”, explica la doctora Mínguez. “Además, diferentes estudios han demostrado que la implantación de estas técnicas disminuye el tiempo de estancia hospitalaria e incrementa la percepción de la calidad de la asistencia”, añade.
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