Juego limpio. Ese es, precisamente, el objetivo prioritario a conseguir desde que llegamos al Ayuntamiento y empezamos a gestionar el área de deportes. Como en multitud de áreas, hemos tenido que empezar desde cero: poniendo orden y planificando. Gestionando una concejalía para que funcione con criterios de equidad y asegurando la igualdad de oportunidades para todos los clubes y deportistas del municipio. Aspectos que hasta ahora brillaban por su ausencia.
Nos disponemos a impulsar y consolidar un deporte en Almoradí justo y equitativo. Era la subjetividad lo que primaba en los ‘criterios’, irracionales, a la hora de otorgar una cuantía u otra a las diferentes entidades. Llevamos tiempo, desde la concejalía, repasando la documentación de años anteriores y elaborando un reglamento que establezca baremos, en función de criterios objetivos, que aseguren que el reparto económico se ajuste a las necesidades reales (categorías de concurso, cantidad de participantes…) y a las actividades oficiales (competiciones, desplazamientos, éxitos…) de cada club. El objetivo es asegurar la mayor igualdad a la hora de repartir los recursos económicos, de todas y todos los vecinos, en el fomento del deporte.
En estos últimos meses, con el necesario y duro trabajo de estudio y análisis junto a la parálisis y la prorrogación de los presupuestos, se ha retrasado el proceso de ingreso de las subvenciones siendo plenamente conocedores de la problemática de nuestros clubs a la hora de afrontar gastos y pagos ya previstos. Pero con ilusión, esfuerzo y de manera colectiva -no los políticos en solitario-, necesitamos cambiar las formas, hasta ahora imperantes y protagonizadas por los anteriores responsables y gobernantes, de actuar y repartir -concretamente justificar el reparto- el dinero de todos. Formas y prácticas que desde este nuevo equipo de trabajo hemos decidido dar a conocer a toda la población de Almoradí para evitar las manipulaciones, alumbrar con la verdad, y poder seguir caminando en esta nueva senda de trabajo humilde y honesto.
El deporte en Almoradí debe ser, y estoy segura que es, una apuesta común del pueblo y requiere la unión de todas: dirigentes, técnicos, políticos y sobre todo deportistas. Dialoguemos, conozcamos la situación, esforcémonos en mejorarla amparados siempre por la legalidad y trabajemos duro para conseguir el consenso entre los diferentes actores de la comunidad deportiva local, para así alcanzar juntas los mejores éxitos en el futuro.
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