El resultado electoral que ha dibujado la composición de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Orihuela es inamovible. Nos gustará más o nos gustará menos (a mí me gusta muy poco) pero no tenemos más cera que la que arde, y es la que las personas que ejercieron su derecho al voto han querido.
Uno de los principales objetivos de la mayoría de los Grupos Municipales que han obtenido representación en el Ayuntamiento es evitar que Alcántara y sus representantes políticos puedan tener capacidad de decisión en ningún Gobierno Municipal de Orihuela.
La situación actual pasa por un gobierno en minoría del Partido Popular negociando de manera puntual y continuada todos los temas con los grupos de la oposición.
Para evitar la tentación de la manzana envenenada que de manera permanente va a ofrecer la bruja madrastra de Ciudadanos a la inocente Blancanieves del Partido Popular, hay que actuar con altura de miras y con una inteligencia política que debe saber trabajar dejando ciertos prejuicios a un lado para ganar un mejor futuro para las gentes de Orihuela.
No podemos consentir que una actuación de oposición frontal de manera constante pueda percibirse desde el equipo de gobierno como una encerrona dentro de un ratonera donde sólo se ve un posible orificio de salida de la mano del «aparente» gato salvador que está esperando la salida del «incauto» ratón para comérselo con un voraz apetito.
Si no queremos que este equipo de gobierno caiga en las fauces del feroz depredador Ciudadano, hay que ofrecer otras posibles alternativas, que por imaginativas e irreales que pudieran parecer, merece la pena intentar ponerlas en práctica.
Prefiero a gente nueva con siglas viejas que a gente vieja con siglas nuevas.
Desde el Grupo Municipal de Cambiemos se podría proponer a su Asamblea, que al fin y al cabo es soberana en sus decisiones, la posibilidad de establecer un Pacto de Gobierno con el Partido Popular con determinadas condiciones.
Asumir las Delegaciones de Medio Ambiente y Aseo Urbano por parte de uno de sus miembros, y asumir las Delegaciones de Bienestar Social, Igualdad, Inmigración y Participación Ciudadana por parte de la otra persona de este grupo.
Tener un miembro con voz y voto en la Junta de Gobierno.
Tener un miembro con voz y voto en todos los órganos colegiados del Ayuntamiento.
Proponer y asumir un máximo de un asesor por cada concejal delegado con la cualificación necesaria para dicho desempeño.
Proponer y asumir unos sueldos no superiores a los que estuvieron vigentes en el mandato municipal anterior.
Proponer y exigir una total transparencia en la toma de decisiones con la máxima participación ciudadana desarrollada a través de la correspondiente Ordenanza.
Establecer los mejores canales de comunicación entre los miembros del Equipo de Gobierno y dejar sentadas unas reglas básicas de funcionamiento que nunca deberán romperse por ninguna de las dos partes.
Todo este andamiaje administrativo tiene la intención de bloquear a toda costa el acceso de Ciudadanos a las cuotas de poder que aspira y, por supuesto, pasa por invitar al Partido Socialista a participar en el mismo, aunque siempre respetando cualquier decisión en un sentido o en otro, como no puede ser de otra manera.
El Partido Popular va a gobernar con o sin nosotros, pero de otra manera no podremos controlar el acceso más o menos velado de Ciudadanos a las decisiones del gobierno municipal. Y mucho me temo que las circunstancias puedan arrastrar a este equipo de gobierno a caer en las redes del dulce bálsamo de la estabilidad que le pueden ofrecer algunos no sabemos a cambio de qué ni de cuánto…
Me consta que esta propuesta va a ser tachada de ilusa, de antinatural, incluso de irresponsable, pero nunca podrá ser tachada de falta de honradez, pues se plantea con luz y taquígrafos para ser debatida con total naturalidad en el seno de la Asamblea de Cambiemos.
Tenemos una posibilidad de actuar, de controlar y de frenar algunos estilos de hacer política en nuestro Ayuntamiento.
Hubiéramos deseado otro resultado electoral, pero esto es lo que tenemos y con estos mimbres tenemos que armas nuestros cestos.
Puede merecer la pena ser arriesgados y perder el miedo al abismo de lo que puede parecer inexplicable. Podemos cambiar Orihuela y podemos explicarlo…
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