No comer en familia o el exceso de proteínas en las dietas ponen en peligro los fundamentos de la dieta mediterránea
España se ha convertido en el país más saludable del mundo tal y como destaca el índice Bloomberg Healthiest Country, y gran parte del éxito, indica esta organización, es debido a la dieta mediterránea. “El motivo de que nuestra dieta sea considerada como la más saludable a nivel internacional”, señala Rocío Práxedes, dietista-nutricionista de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia, “reside en la grasa que nos caracteriza, como la obtenida del aceite de oliva, el pescado azul y los frutos secos, además de las proporciones de los alimentos que utilizamos al realizar nuestros platos más tradicionales donde priman los vegetales y legumbres sobre las carnes y pescados”.
Aunque la introducción de platos tradicionales en nuestro menú como el gazpacho, la paella, la escalivada o el hervido valenciano ayuden a evitar enfermedades cardiovasculares, el cáncer o la diabetes, la dietista -nutricionista propone ajustar bien la cantidad de grasas que añadimos a cada una de estas recetas para que sean realmente saludables. “Por ejemplo”, indica la nutricionista “cuando cocinemos paella o cualquier otro plato que requiera sofrito, tendremos que restar grasa de otras comidas del día para no excedernos de las cuatro cucharadas de aceite diarias recomendadas. Y lo mismo si preparamos una tortilla de patata. Incluso tenemos que tener cuidado con el aliño en ensaladas y hervidos para no sobrepasar esa cantidad. Más cantidad de grasa en la dieta implica ingerir más calorías y si no llevamos una vida muy activa contribuirán a la ganancia de peso corporal”. Como truco, la especialista aconseja colocar esa cantidad diaria en un vaso para administrarla mejor y si un día necesitamos más aceite en la comida para sofreír, elegir la cena en función del aceite que nos haya quedado.
Los peligros que acechan a la dieta mediterránea
Aunque se considere la dieta mediterránea la más saludable del mundo, son muchos los errores que cometemos a diario a la hora de cocinar, hacer la compra o en el mismo acto de la comida. “Una de las primeras máximas de la dieta mediterránea”, declara Carolina Pérez, nutricionista de la Unidad de Obesidad de los hospitales Quirónsalud Torrevieja y Murcia “es que la familia coma junta y sin televisor, para que se fomente el hablar y se intercambien vivencias y conocimiento. Pero la realidad es que no hay cocinas sin televisión y las rutinas y horarios permiten compartir pocos momentos familiares”.
Otro de los pilares sería su fundamento en el consumo de frutas, hortalizas y verduras ricas en minerales, fibra, carotenoides, antioxidantes y vitaminas. Según la especialista deberíamos de comer al día tres piezas de fruta, una ensalada preferiblemente a medio día en la comida y verdura procesada con calor por la noche. “Pero por desgracia ya son muchos los jóvenes y los niños que no cumplen estos stándares de salud por falta de ejemplo en sus casas”, advierte la nutricionista.
Otro de los errores es el excesivo consumo de proteínas. “Parece que si no comemos todos los días carne no estamos bien alimentados”, advierte la especialista, “cuando lo recomendado nutricionalmente son dos días a la semana. Hay que tener en cuenta que el exceso de proteína animal acidifica nuestro organismo y favorece la aparición de enfermedades, sobre todo si se trata de productos cárnicos procesados”.
Por último, la nutricionista aconseja una hidratación saludable a lo largo del día con la ingesta mínima de litro y medio de agua diario. “Pero cada vez bebemos menos agua, o lo que es peor, lo sustituimos por zumos ricos en azúcares o por refrescos carbonatados”, concluye.
Deja tu comentario