La mayoría de nosotros vivimos en un adaptado confort, a nivel psicológico, tenemos localizado un “pozo” de donde sacar “agua” que nos aporta cierta tranquilidad.
Unas veces nuestro “pozo” lo llamamos pareja, otras salud, otras seguridad económica, otras trabajo, otras estudios, etc. Lo común es que todos tengan nombres de cosas ajenas a nosotros. Es decir, que normalmente lo que mantiene nuestra “agua” en calma es que nuestro exterior nos aporte más o menos lo que tenemos planificado que sea…
La pena, es que el exterior coincide muy pocas veces con nuestros planes. Dicho de otra forma, la mayoría de veces en la vida solemos arrojar nuestro “cubo” a un “pozo” que agotó el “agua” hace mucho tiempo.
Por lo tanto, nuestra sed por vivir y nuestra frustración en la vida va en aumento conforme nos damos cuenta que ya no sacamos lo que esperamos de lo que un día nos dio.
Seguimos en los recuerdos que nos parecieron la felicidad, sin darnos cuenta que la normalidad que mostramos en cada paso es nuestra muerte en vida. Andamos un camino cómodo, pues, ya se encuentra limpio de matojos y piedras. Todo está bien lisito y suave, no obstante, su fin es un “pozo” sin “agua”.
¿De qué te sirve una travesía agradable hacia la FELICIDAD si no llenas nunca tu “cubo”?
El argumento de yo no he cambiado nada, hago lo de siempre y la vida me da tortazos, no sirve. La vida te manda señales cada vez que sale tu “cubo” vacío. Te dice: “aquí se acabó”, “no me exijas lo que nunca fue tuyo”. O lees todas las líneas del libro de la vida, que te las manda en un solo instante, EL AHORA, o no COMPRENDES absolutamente nada sobre el VIVIR.
Lo curioso, es que el poder de beber no se encuentra en los “pozos” que te aportan el “agua de paz” que necesitas, sino en tu capacidad interior para hacer aflorar un manantial en el lugar donde te encuentras, sin tan siquiera esforzarte en pestañear.
La VERDADERA “AGUA” que quita la SED de la infelicidad no se encuentra en tu desesperado andar por el mundo, se encuentra en el lugar que SIEMPRE estás, en el AHORA MISMO. Desde esa coordenada parten todos los cauces de tu vida.
Es causa irrefutable de infelicidad demente SER el manantial de tu existencia y no reconocerte como tal. SER PURA “AGUA” y pensar que te estás muriendo de sed.
Quizá, deberíamos dejar de ser normales para sentarnos a descansar en la misma PAZ que porta un loco…
FELIZ LO QUE TOCA!!!!
tequiero@benitoalcaraz.com
Autor del libro «De mayor… Quiero una familia como vosotros»
www.dejarhuella.org
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