A Miguel Escolano (Mochilero en Ruta) la expansión del coronavirus le pilló en Tailandia cumpliendo uno de sus sueños pero decidió volver a la Vega Baja
Todos recordaremos qué hacíamos cuándo estalló la crisis del Coronavirus. Y es que convivir con una pandemia ha obligado a posponer o cancelar planes y, de una manera u otra, nos ha trastocado la vida.
Es el caso de nuestro vecino de San Miguel de Salinas, Miguel Escolano Pujol -conocido como Mochilero en Ruta- quien, a sus 29 años, estaba viajando por el sudeste asiático sin billete de vuelta cuando estalló la crisis sanitaria del coronavirus. Tras tomar la difícil decisión de volver a casa, entrevistamos a Mochilero en Ruta para que nos cuente cómo fue la vuelta a la Vega Baja y cuáles son sus planes de futuro después de la pandemia.
P.¿Por qué decidiste emprender esta aventura? ¿Es el primer viaje que emprendes sin fecha de vuelta?
R. Mi pasión por viajar desde siempre junto con la necesidad e inquietud por conocer la diversidad de lugares, culturas y gentes que esconde este maravilloso mundo, unido a la posibilidad que se me presentaba en este momento tanto desde el punto de vista de trabajo como de dinero, hicieron que este año pasado 2019 consiguiera cumplir ese sueño y emprender un viaje sin billete de vuelta. Un viaje de saber cuándo salía, pero no saber cuándo volvía.
Hasta la fecha estaba siendo el primer viaje sin fecha de vuelta, habiendo realizado otros viajes más cortos (Filipinas, Sudáfrica, Egipto, Italia, EEUU, etc), no pasando ninguno de ellos máximo de un mes. Lo que hacía que esta aventura que emprendía fuera mucho más emocionante si cabe.
P.¿Qué países tenías pensado visitar? ¿Cuáles conseguiste visitar en esos meses de viaje?
R. El viaje tenía como destino el sudeste asiático, mi rincón favorito en el mundo por todo lo que ofrece y como lo ofrece. Tenía pensado visitar el mayor número de países posibles en esta zona, pero siempre viajando de una manera lenta y empapándome bien de todo aquel lugar por el que pasaba.
En estos meses pude visitar los siguientes países: Singapur, Malasia, Indonesia, Vietnam, Camboya, Laos, Tailandia.
En realidad, en Tailandia solo pude visitar su capital (Bangok) porque fue donde me pilló la crisis sanitaria que estamos viviendo actualmente.
P. La expansión del virus y las medidas de confinamiento prácticamente por todo el mundo te pillaron en Tailandia. ¿Cómo viviste ese momento? ¿Qué te llegaba desde España?
R. Los días previos a que explotara en Tailandia que fue cuando se generalizó en el mundo entero, en España ya tenía mala pinta el tema y las medidas de confinamiento ya estaban presentes.
Durante estos días me encontraba visitando Bangkok donde pasé una semana. En este tiempo observé como la capital pasó de ser una capital normal con apenas turismo en sus lugares principales, a ver como cerraban sus comercios, negocios, y lugares turísticos en su totalidad.
En estas, siempre estaba atento a las noticias que me llegaban de España tanto por el contacto directo con familiares como por las que leía en la prensa. Viendo siempre que la situación era mucho más complicada que en Tailandia, donde, aunque las medidas de confinamiento se estaban empezando a imponer, la cantidad de casos y muertes era mucho menor.
Esto fue lo que me hizo en un primer momento optar por quedarme en el país asiático a ver como se desarrollaba la crisis sanitaria a nivel mundial. Tanto, que uno de estos días hice la extensión de visado que me permitía estar en el país hasta el 9 de mayo.
Como no quería estar en Bangkok, ya que veía la capital como un foco de infección potencialmente peligroso en el caso de que la pandemia fuera a más, la decisión que tomé fue irme a Phuket, la isla más grande de Tailandia, situada al sur del país.
La elección del lugar lo tome en base a cuatros puntos importantes que necesitaba que tuviera el sitio donde iba a pasar este tiempo: Hospitales, supermercados, aeropuerto internacional y posibilidad de extender el visado. Y todo esto, Phuket lo ofrecía.
P. En principio pensaste en quedarte en Tailandia. ¿Qué te hizo declinarte por la opción de volverte a casa?
R. Como digo Phuket fue el lugar elegido para pasar este tiempo de confinamiento. En esta isla me alquilé un apartamento que estaba genial y tenía todo lo necesario para afrontar una situación de este tipo. Pero finalmente duré solamente una semana en él.
La opción de volver a casa siempre estaba rondando por la cabeza, y viendo cómo iba evolucionando la situación con el paso de los días en Phuket cada vez la idea de volver a casa iba siendo más real.
El toque de queda, la prohibición de entrar a la isla por tierra o mar, con el cierre de muchos comercios fueron algunas de las medidas que se establecieron en la región de Phuket debido al aumento de los casos por el COVID 19.
Todo esto, junto con el hecho de estar lejos de mi familia en un momento delicado como este y el estar encerrado en un lugar sin poder viajar pagando un alquiler pudiendo estar de la misma manera gratis en casa, hicieron que finalmente volviera a casa finalizando, o poniendo en pausa, este viaje sin billete de vuelt
P. La vuelta a casa fue toda una odisea. ¿Cómo fue ese trayecto desde Phuket hasta San Miguel de Salinas?
R. El día anterior a comenzar el viaje de vuelta estuve estudiando todo el día la situación de como volver por medio de una página de web que te dice los estados de los vuelos de todos los aeropuertos del mundo. En este caso me interesaba el aeropuerto internacional Suvarnabhumi de Bangkok.
De esta manera me aseguraba, o al menos podía intuir, las compañías que todavía tenían vuelos a diferentes países de Europa con el objetivo de llegar al día siguiente al aeropuerto y comprar el billete en el mismo mostrador del check in.
En estos momentos de nada servía comprar un billete online para los próximos días ya que los vuelos se cancelaban a cada instante y conocía de muchos viajeros que habían perdido mucho dinero de esta manera.
Esa misma noche hice la mochila y al día siguiente a las 9:00h de la mañana comenzó la aventura de la vuelta a casa.
El primer vuelo fue Phuket – Bangkok llegando al aeropuerto internacional a las 12:00h. Desde esta hora y hasta las 19:00h estuve esperando en el mostrador de la compañía con la que tenía intención de volar para estar el primero en la lista de “stand by”, que viene a ser una lista de espera por si falla algún pasajero del avión o hay algún espacio libre.
Por suerte, una vez apuntado, a las 22.00h me comunicaron que podía volar por lo que compré el billete allí mismo al momento. El vuelo era Bangkok – Paris con escala en Helsinki.
Además, me obligaron a comprar un billete con destino a España antes de subir al avión porque el destino final era París, sino no me dejaban coger el avión. Así que, a la vez compré un vuelo París – Madrid. Con mucha suerte, los pasos se fueron cumpliendo hasta que finalmente toque suelo español al día siguiente por la tarde.
En Madrid alquilé un coche llegando a San Miguel de Salinas por la noche después de 40 horas de viaje desde que había salido de Phuket el día anterior. Toda una aventura pero que ahora veo que mereció mucho la pena.
P. ¿Tienes intención de retomar el viaje cuando toda esta situación acabe?
R. Volveré a viajar, y volveré al sudeste asiático, estoy seguro. El viaje lo termino con un sabor agridulce por no acabarlo de la forma que me hubiera gustado, sino de manera precipitada y obligada. Volveré a realizar un viaje sin billete de vuelta en un futuro, no sé si será la continuación de este viaje, o será uno nuevo, ya que como siempre digo cada viaje es un mundo. Me quedan aún algunos países por descubrir de la zona y estoy seguro que estaré por allí más pronto que tarde. El sudeste asiático tendrá Mochilero En Ruta para rato.
P. ¿Cómo lleva el confinamiento un aventurero acostumbrado a viajar? ¿Qué otras aficiones tienes además de viajar y conocer mundo?
R. “Un viaje se vive 3 veces, al soñarlo, al vivirlo, y al recordarlo”. Para mí es la mejor frase que define un viaje y que veo que viene como anillo al dedo a la situación que vivimos. Ahora mismo no es tiempo de viajar, pero sí es tiempo de soñar con posibles destinos viajeros y de recordar aquellos viajes que hayamos hecho, siempre desde casa. A eso dedico principalmente mí tiempo durante este confinamiento.
Y es que hasta este momento de la entrevista no había dicho que en todos mis viajes además de la mochila, me acompaña mi equipo fotográfico. Soy apasionado de la fotografía también. En casa dedico la mayor parte de este tiempo a editar fotos de los viajes, además de continuar formándome con cursos de edición fotográfica y de vídeo.
También estoy actualizando el blog con nuevos artículos sobre viajes pasados y sobre este último viaje, ahora que tengo más tiempo libre. Al viajar es muy difícil compaginar ambas cosas. ¡Ah! Y comiendo jamón que lo echaba de menos, y así, el confinamiento, se lleva mucho mejor.
P. Además de viajar, también lo cuentas a través de un blog y de tus redes sociales. Cuéntanos acerca de Mochilero en Ruta.
R. Mochilero En Ruta nace hace dos años con el objetivo de crear contenido de viajes tanto escrito como audiovisual y que pueda servir de ayuda para otros viajeros que quieran visitar aquellos lugares del mundo que yo visito.
Pensé que, ya que viajaba tanto, podía aprovechar transmitiendo y comunicando con información y datos útiles sobre mis viajes para que fueran utilizados por viajeros futuros. Existe la página web www.mochileroenruta.com donde tengo el blog en el que expongo contenido principalmente escrito.
Al estar viajando mucho últimamente y trabajar en el mar, lo he tenido un poco abandonado este último tiempo y faltan muchos viajes por publicar que espero en los próximos meses hacerlo y ponerme al día.
Por otro lado, tengo las redes sociales, Instagram y Facebook, donde sí soy más activo publicando diariamente sobre los viajes que voy realizando. Instagram es la red social que más uso, especialmente cuando estoy de viaje, ya que por stories cuento a diario como va transcurriendo el viaje y por donde van mis pasos con información y tips útiles del lugar que visito.
P. ¿A qué te dedicas cuando no estás viajando? Cuéntanos acerca de tí.
R. Mi pasión es viajar, pero mi profesión está en el mar. Soy biólogo marino y oceanógrafo y actualmente trabajo realizando embarques tanto en pesqueros comerciales como en buques oceanográficos de investigación.
Desde que terminé la carrera de Biología Marina en 2013 y el máster de Oceanografía y Gestión del Medio Marino en 2015 fui dando saltos con trabajos temporales relacionados o no con mi profesión. Hasta que por casualidades de la vida y por estar en el momento oportuno, desde hace dos años comencé en este mundo del mar que ha sido lo que me ha permitido viajar tanto gracias a realizar embarques por temporadas.
Aunque he podido cumplir el sueño de trabajar como biólogo y por el momento voy a continuar con ello, no voy a negar que viajar es mi pasión y que este viaje sin billete de vuelta me ha cambiado la perspectiva de ver y plantearme la vida, además de abrirme la mente y soñar con nuevos proyectos que antes jamás me hubiera imaginado, y que por qué no, en un futuro puedan cumplirse.
Soy de los que piensan que los sueños están para cumplirse, así que espero algún día cumplir mi sueño que no es otro que vivir viajando.
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