Hace unos días celebramos una sesión plenaria donde el Grupo Socialista presentó una moción sobre la gestión directa de la atención temprana. Lo hicimos para cumplir un compromiso electoral y continuar con la línea en su día trazada por Emilio Zaplana desde la Concejalía de Bienestar Social.
Y es que estando el el gobierno, impulsamos un expediente para licitar el servicio como medida urgente que nos permitiera pagar la subvención y levantar los reparos a las facturas de Dinoco, en tanto que se despejaran las dudas a cerca de las competencias en la materia. Pero paralelamente se empezó a trabajar en buscar la solución definitiva al problema, que no es otra que la gestión directa, y para ello encargamos un informe técnico que nos dijo que era posible, sostenible y eficaz. Es decir, la municipalización del servicio es viable, de ahí que lo incluyéramos en nuestro programa electoral.
Sin embargo, en aquella sesión plenaria el debate no se produjo. El PP se encargó de presentar una enmienda, apoyada por Ciudadanos, para hurtar este debate y pedir a los padres un acto de fe, sin ninguna propuesta seria sobre la gestión del servicio: “todas las vías están abiertas”, dijo el Sr Bascuñana.
Pero lo cierto y verdad es que, a pesar de que de forma interesada se estén preocupando de empantanar este debate, la reciente publicación del Decreto Ley 4/2015 del Consell despeja cualquier incertidumbre jurídica en torno a nuestras competencias que, en el caso de Bienestar Social, serán delegadas al Ayuntamiento al menos por cinco años. De modo que será el Ayuntamiento quien decida, en base a criterios de sostenibilidad y eficacia, la forma de gestión de los servicios públicos.
Es ahí donde nosotros defendemos que la gestión directa es siempre la más conveniente para las arcas municipales porque elimina el pago del IVA, los gastos de explotación y el beneficio empresarial que conlleva la gestión indirecta. Pero sobretodo la gestión directa supone supervisar y garantizar la calidad del servicio, algo tan importante en los Servicios Esenciales de la Sociedad como es la Atención Temprana.
El globo sonda lanzado en el pleno sobre la gestión directa a través de empresa pública municipal no es más que otra forma de «marear la perdiz» porque saben que esa solución precisa de memorias e informes a cerca de la rentabilidad económica y recuperación de la inversión, e informes de la intervención municipal, que son difícilmente obtenibles; además de que también han de respetarse los principios de igualdad, mérito y capacidad en la contratación de personal. Mucho me temo que la propuesta no es sino otra forma de justificar que, ante las dificultades técnicas, no hay otra vía que la «privatización».
Le pese a quien le pese, el Ayuntamiento puede asumir el servicio y subrogar al personal de Dinoco de forma excepcional y temporal, tal y como se hizo con el personal de las basuras, para garantizar la continuidad del servicio y el derecho fundamental de los niños y niñas a la igualdad de oportunidades, que es, en definitiva, el fin último de la Atención Temprana.
Y tras ello, la Junta de Gobierno puede declarar el Servicio de Atención Temprana como esencial, modificar la plantilla municipal para incluir las plazas, redactar las bases y convocar pruebas selectivas para la contratación temporal bajo los principios de igualdad, mérito y capacidad; algo que está permitido dentro de la actuales limitaciones a la contratación de personal en la Administración.
Que este servicio sea gestionado de forma directa por el Ayuntamiento, sin ninguna duda, está hoy en las manos del Sr. Bascuñana y de la Junta de Gobierno Local que preside. Quizá por ello, PP y C’s, hicieron uso se aquella mayoría con la que se subieron los sueldos, esta vez para taparnos la boca.
Es fácil escudarse en dificultades técnicas cuando lo que falta es voluntad política. En sus manos está, Sr Bascuñana.
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