Entrevistamos a la directora oriolana Elena López Riera. Tras el éxito que está cosechando su primer largometraje rodado en Orihuela, la cineasta nos cuenta detalles del rodaje y muchas anécdotas más
‘El agua’, el primer largometraje de la directora oriolana Elena López Riera, se ha proyectado en el Festival de Cannes y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Esta misma semana lo hacía en el Teatro Circo de Orihuela, el preestreno que más ilusión hacía a la propia cineasta, tal y como confesaba a Diario de la Vega.
Elena se encontraba nerviosa y muy ilusionada el día del preestreno, puesto que para ella la opinión de su gente sigue siendo la más importante. Galardonada en el Festival de Cine de España de Toulouse y nominada a seis Premios Berlanga, entre otros reconocimientos que está cosechando la película, ‘El agua’ llegará a los cines el próximo 4 de noviembre.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con Elena, quien nos ha contado cómo ha sido el proceso del casting, el rodaje de la película en la ciudad de Orihuela, sobre la DANA de 2019 y sobre otras muchas cosas más que nos ha contado la directora.
Pregunta: ‘El agua’ ha sido proyectada en el Festival de Cannes y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y ahora lo ha hecho en Orihuela. No sé si te hace incluso más ilusión que lo haga aquí…
Elena López Riera: Al final es la proyección más importante que voy a tener en mi vida. Es una primera película, hecha aquí, con la gente de aquí y para la gente de aquí. Es muy importante para mí cómo la gente del pueblo se vea reflejada. Yo la he hecho con todo mi amor y todo mi cariño.
P.: ¿Crees que se verán reflejados de alguna manera en la película?
E.L.R.: Con que la gente reciba el diez por ciento de todo el cariño que le hemos puesto a esta tierra y a la película, creo que ya recibirá mucho. Ha sido un trabajo muy duro y largo. Hacer todo el proceso de casting. Escuchar todas esas historias que la gente te regala y comparte contigo con esa generosidad. El guion bebe mucho de esas historias.
La historia viene de una manera particular de sentir de aquí, de contar, de creer en lo fantástico. Es una manera muy nuestra, muy de la tierra donde se mezcla lo místico con lo documental. Lo que intento hacer es traducir en el cine la manera de contar que tenían nuestras abuelas.
P.: ¿Fue importante grabar la película en Orihuela?
E.L.R.: Yo lo hago todo aquí, me paso la mitad del año aquí. Toda la película se ha grabado en Orihuela menos alguna parte en Jacarilla, por la huerta en San Bartolomé y una pequeñísima parte en el río Segura, en Murcia. Todas las imágenes documentadas son de la última DANA de 2019.
P.: ¿Cómo te pilló la DANA?
E.L.R.: Me pilló agobiada. Estaba en el aeropuerto y tenía un viaje a Colombia. Llamé a mi familia y mi padre se fue a trabajar a Murcia sabiendo que esa carretera se iba a inundar así que le llamé por teléfono y le pedí que parara en una gasolinera porque él quería entrar a Orihuela con el coche.
Esto es algo que me alucina mucho de las riadas, siempre pensamos que no van a ser tan graves. No tenemos memoria aun sabiendo que matan gente, que si coges el coche el agua se lo lleva por delante. Es algo que también aparece en la película. Siempre se piensa que se va a ganar a la naturaleza y creo que tiene razones de sobra para estar enfadada con nosotros.
P.: Antes has mencionado el proceso del casting. ¿Cómo ha sido?
E.L.R.: Menos dos actrices profesionales, Bárbara Lennie y Nieve de Medina, el resto del reparto son personas de aquí de la Vega Baja o como muy lejos de Murcia. Para mí era muy importante que la película reflejara de alguna manera el sentir, el acento de la tierra. El proceso del casting fue larguísimo y nos pilló durante la pandemia, queríamos que fueran adolescentes y fue muy complicado encontrarlos en la calle porque en ese momento no se podía salir. Intentamos todos los frentes posibles, al principio, cuando podíamos salir, íbamos a botellones, fiestas del pueblo, discotecas, buscábamos por redes sociales o a través de amigos.
También fue importante encontrar mujeres de una determinada edad. Ellas no estaban acostumbradas a las cámaras. Aunque ellas no lo sepan, su manera de ver el mundo es esencial para nuestra educación porque son ellas las que nos han criado. Quería que aparecieran en la película de una manera muy bruta, muy “desnuda”, que su palabra ocupara un lugar muy relevante. Ha sido muy bonito hacer ese trabajo, de recibir esas palabras, esas historias íntimas que no habían contado a nadie porque nadie les había preguntado qué sienten, que desean, qué secretos guardan.
P.: Entonces existe una representación entre varias generaciones en la película…
E.L.R.: Así es. De hecho, el personaje principal que interpreta Luna Pamies es una chica de 17 años que vive en una casa un poco extraña, un poco al margen del pueblo. Es una familia en la que está su madre y su abuela, no hay hombres. Así que quise hablar de esa herencia, de madre a hija, esos pequeños conflictos que hay. Es complicado educar y también recibir educación.
P.: Toda la parte de la mitología que aparece en la película, ¿de dónde procede?
E.L.R.: Son mitologías familiares principalmente. Mi abuela era una persona que contaba muchas historias. Ella y sus hermanas eran vendedoras ambulantes y trabajaban muchas horas. Hacían dulces y los vendían en las fiestas del pueblo. Así que crecí en un ambiente en el que contar historias era super importante. Era una manera de amenizar ese trabajo que es muy manual y duro.
Creo que después de haber hecho todo ese estudio etnográfico de la cultura del agua en la Vega Baja, hay una relación muy importante en esta tierra con el agua porque es una tierra que vive principalmente de la agricultura, como todo el mundo sabe. La manera de cómo el agua penetra en esta región, el hecho de que sea una región muy seca hace que se genere una relación de amor odio y de miedo. Aquí cuando llueve llueve y eso está grabado en la memoria colectiva. Aunque todos esos detalles de esa mitología no sean ciertos y formen parte de la tradición oral y de la mitología familiar creo que reflejan muy bien ese miedo que tenemos al agua. Ahora que he enseñado la película en muchos sitios, me he dado cuenta de que el agua es un elemento que genera mucho miedo en muchas partes del mundo. Cuando hay un rio, un mar, hay un montón de leyendas de fantasmas, de historias de ahogados. Una muy conocida es la Leyenda de la Encantada por ejemplo.
P.: La película ha sido nominada también a los Premios Berlanga. ¿Cómo estás llevando todo el reconocimiento que está teniendo?
E.L.R.: Todos los premios hacen ilusión. En la última semana nos han dado cuatro premios. Los más importantes siempre son los de tu casa, claro. Que sea la Academia Valenciana la que reconozca tu trabajo, hecho aquí y con gente de aquí, tiene un especial valor.
Espero que la gente vaya al cine a verla, ya sea mi película u otras. Que la gente vaya al cine en general. Se están perdiendo un poco esas tradiciones de cuando íbamos todos en familia al cine y es una pena.
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