La industrial del turismo residencial es una conquista social que en los último 50 años, y a pesar de sus errores, junto con la modernización tecnológica de la agricultura, ha traído y garantizado el progreso y la vida de la provincia
La comarca de la Vega Baja, al igual que la Comunitat Valenciana en su conjunto, se encuentra inmersa en una crisis de gran complejidad económica, social y ambiental en la que, sucesivamente y sin tregua alguna, se han superpuesto diferentes catástrofes que han motivado, entre otras actuaciones urgentes, el Plan Vega Renhace, que se erige como instrumento fundamental para guiarnos hacia una recuperación que, por necesaria, es imprescindible para el futuro de la comarca.
El Plan Vega Renhace nace de la voluntad por mejorar el bienestar de la población de la comarca, la superación de estas circunstancias no nos permite imaginar otra meta distinta que la de preparar el futuro con la mayor racionalidad posible y basado en un desarrollo sostenible del territorio. El objetivo merece un reconocimiento, toda la confianza y el esfuerzo colectivo de la sociedad por hacerlo posible.
Para alcanzar dicho fin, el Plan establece 28 medidas que son prioritarias para garantizar la calidad de vida en la comarca. Una de estas medidas, en concreto la 22, es el impulso al turismo residencial del futuro, es decir, aquel que se desarrolle cumpliendo los requisitos de la Agenda Urbana 2030 y los ODS (Los Objetivos de Desarrollo Sostenible), en definitiva, el pacto mundial para garantizar un futuro más justo, verde y saludable.
No se puede juzgar permanentemente el futuro anclado en los errores del pasado y en su pensamiento trágico, el progreso exige un compromiso con la tecnología y con la ciencia, su amenaza es la ya advertida por Einstein “Es más difícil desintegrar un átomo que un prejuicio”. Es por ello que lamentamos el ecologismo dogmático y radical, y su oposición al progreso como garantía de un futuro mejor, tanto ambiental, como social y económico, pues el todo es mayor que la suma de sus partes. No existe desarrollo sostenible si anulamos una parte y prescindimos del desarrollo, el concepto global de sostenibilidad está formado por tres astros en permanente equilibrio e igualdad; el ambiental, el social y el económico. Si se desestabiliza cualquiera de ellos, el sistema colapsa y se extingue.
La industrial del turismo residencial es una conquista social que en los último 50 años, y a pesar de sus errores, junto con la modernización tecnológica de la agricultura, ha traído y garantizado el progreso y la vida de la provincia y de la comarca sureña, y lo ha hecho siendo la palanca transformadora que convirtió una sociedad que apenas sobrevivía dependiendo de una precaria economía agrícola, en una sociedad moderna y con la máxima calidad de vida, que garantiza la prestación de los servicios públicos que conforman nuestra envidiable sociedad del bienestar, en definitiva, nos dio una oportunidad de vivir mejor. Merece por tanto un respeto, un reconocimiento y un sentimiento de pertenencia, que lo tiene ya y de forma mayoritaria, en el conjunto de la sociedad. Pero que conviene recordar.
En la actualidad la industria del turismo residencial se ha convertido en el motor económico y social de nuestra tierra, su actividad económica mueve un total de 12.000 millones de euros al año en la provincia, representando ya más del 30% de su PIB y 96.000 empleos al año, que en la comarca alcanza hasta el 80% del total de empleos. La Vega Baja es su territorio de referencia, aunque no el único, pues la provincia es variada hasta en eso; un caso de éxito en el mundo, no sólo ejerce de motor del turismo en la provincia, con 1,5 millones de turistas extranjeros que la visitan al año, sino que además es la comarca en Europa con mayor porcentaje de habitantes extranjeros, un 30% de los aproximadamente 350.000 habitantes totales, alcanzando en algunos de sus municipios hasta el 70% de sus habitantes.
Artículo firmado por:
Antonio J. Fernández – presidente de Provía
Perfecto Palacio- presidente de CEV Alicante
Juan Riera – presidente de la Cámara de Comercio de Alicante
Mario Martínez – presidente de la Cámara de Orihuela
Joaquín Torres – presidente de la Asociación de Empresarios de la Vega Baja (Asemvega)
Maite Antón – presidenta de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (AEFA)
Rafael Ballester – presidente de Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca)
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