Los salineros golean 5-0 y escalan un puesto en la tabla
El SC Torrevieja marcó un gol a los 26 segundos, en un resumen de lo que fue el partido. Hucha «robó la cartera» al meta visitante y taponó su intento de saque largo, anotando a continuación. Ni medio minuto se había cumplido.
Así se inició el camino a la «manita», es decir, la goleada por 5-0, una cifra muy simbólica en el imaginario balompédico. Si aún se recuerda, entre otras, las que se infligieron mutuamente el Barça y el Madrid, en 1994 y 1995, fue no solo por lo abultado del marcador ante el eterno rival, sino porque también marcaron un cambio de tendencia.
En este sentido, caprichos del destino, el 15 de febrero de 2015 el Orihuela «A» endosó una idéntica goleada a un CD Torrevieja que llegó muy mermado en defensa el partido. Los salineros comenzaban a tener apuros para sobrevivir en Tercera División, categoría que perdieron en 2017. Salvando las distancias, la goleada de este 19 de febrero de 2022 es un impulso más al renacimiento del balompié salinero. Y también es curioso que hoy en el SC Torrevieja hay dos supervivientes de aquel partido, Burguillos y Gonzalo (que frente al Orihuela B no pudo entrar en la convocatoria), hoy piezas capitales del club.
Y volviendo al raudo 1-0 en el Esteban Rosado, no parecía que el resto de la mañana fuera a continuar tan espesa como así fue en la primera parte, ya que no terminaba de llegar el juego fluido por parte local. El equipo visitante, aún sin generar opciones de peligro, no ponía las cosas fáciles a los salineros. Pero fue un «chavalín» de 38 años, Arias, quien firmó el de la tranquilidad antes del paso por vestuarios.
En la reanudación, nuevamente Hucha anotó al culminar de manera soberbia un fantástico pase de Burguillos que plasmó con la izquierda su gran visión de juego. Y seguidamente fue Lukitas quien marcó el cuarto de forma que recordó al tanto inaugural. Cuando el meta visitante echó al suelo el balón para ganar unos metros y sacar en largo, el jugador torrevejense se anticipó y le robó el esférico. El quinto llegó en jugada personal de Manu Amores, tras un quiebro y un disparo cruzado que redondeó su gran partido a nivel defensivo y ofensivo.
En definitiva, la experiencia salinera fue clave en decantar la balanza, ya que los jóvenes cachorros orcelitanos pecaron de ingenuidad en algunos momentos clave del partido. No obstante, como la misión de los filiales suele ser formar jugadores, cabe destacar que por momentos los visitantes realizaron un partido más encomiable de lo que indicó el resultado final. De hecho, tras el cuarto gol hubo algún que otro ánimo sincero de la grada torrevejense al meta visitante Rosique, recordándole que había hecho buenas intervenciones durante el partido y que esos lances inesperados que acabaron siendo el primer y el cuarto gol le pueden pasar a cualquiera. Esa muestra de deportividad del graderío es de agradecer en un deporte tan competitivo en cualquier categoría.
Pero hay muchos detalles de este Torrevieja que lo confirman como un proyecto con personalidad diferente a casi todo lo que se pueda imaginar.
Además del buen sabor de la goleada, el equipo salinero asciende un puesto en la tabla, ya que el Cox perdió contra el Catral y el San Fulgencio cayó contra el Albatera. El SC Torrevieja es tercero, empatado a puntos con el segundo, y a ocho puntos del liderato. La próxima jornada depara un interesante duelo entre segundo y tercero, el San Fulgencio y el Torrevieja.
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