Gregorio Canales portó el pendón de esta procesión horas después de realizar el acto de recepción en el claustro de Santo Domingo
La procesión del Santo Entierro de Orihuela es una de las más singulares de toda España porque tiene dos elementos característicos que no posee ninguna otra; la figura del Caballero Cubierto, que este año encarnó Gregorio Canales, y la salida en procesión de La Diablesa.
La parroquia de las Santas Justa y Rufina fue el punto de partida de la procesión del Sábado Santo que pone en la calle al único Cristo yacente que esculpió Francisco de Salzillo. Abrió la procesión Gregorio Canales portando el pendón negro y la chistera de la que no se descubrió en ningún momento, tampoco al entrar a la Catedral como manda la tradición. El paso de La Diablesa, realmente El Triunfo de la Cruz, se quedó un año más a las puertas del templo sagrado porque tiene prohibida la entrada. Este es un trono único en el mundo que ha dotado de singularidad y fama el Santo Entierro de Orihuela.
Unas horas antes, el Caballero Cubierto realizó el acto de recepción en el claustro del Colegio Santo Domingo donde se reunieron antiguos nombramientos, la Corporación del Ayuntamiento de Orihuela, quien designa este cargo, y multitud de gente que quiso arropar al catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Alicante y director de la Cátedra Fernando de Loazes antes de salir como portaguión de la procesión del Santo Entierro.
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