Cientos de vecinos de Almoradí salieron a la calle para ser partícipes de la ‘Procesión del Santo Encuentro’, la última de la Sema Santa
La resurrección de Cristo rompió el ‘silencio’ y la ‘solemnidad’ de los últimos días en Almoradí con la procesión del ‘Santo Encuentro’. La alegría por la resurrección puso fin a la semana del año donde se representa la pasión y muerte de Cristo a través de las numerosas procesiones que se celebran en la localidad.
Salieron a la calle el Ángel del Calvario de la Hermandad de Nuestro Señor de la Ciudad, que se incorporó a la Semana Santa almoradidense en el año 1998. Esta imagen, obra del artista local Roberto Cabrera, fue portada a hombros por varios miembros de la agrupación.
Los Ángeles de la Resurrección, de la Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Esperanza también han salido procesión esta mañana, junto a la imagen de María Magdalena, de la Hermandad del Prendimiento, fundada en 1947.
Tres años antes, en 1944, se constituyó oficialmente la Hermandad de San Juan de la Palma y Santa María Salomé cuyo titular salió también a la calle para conmemorar la resurrección de Cristo.
Una de las tradiciones más antiguas de este grupo es la cruz de claveles blancos y rojos que se realiza, al término de la procesión del Domingo de Resurrección, en el centro del cementerio de la localidad en recuerdo a todos los hermanos ‘sanjuanistas’ ya fallecidos.
El trono de San Pedro también participó en la procesión del ‘Santo Encuentro’, donde está presente desde el año 1995. La hermandad que porta el nombre de su imagen titular, nació en el año 1974 con el fin de “orientar a la juventud”.
La Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, con su imagen titular –obra de Inocencio Cuesta y realizada en 1945- y acompaña de las mantillas de la agrupación de Nuestra Señora de los Dolores, también participaron en la encuentro rodeada de números devotos de la Virgen del Rosario.
El ‘Jesús Resucitado’ de la Hermandad del Santísimo Cristo de las Campanas no podía dejar de participar en la procesión del domingo de resurrección o ‘de gloria’. Las capas blancas de los cofrades han servido para recordar la sábana con la que envolvieron a Cristo el día de su muerte.
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