Ha presentado una moción donde insta a la Diputación a retomar las campañas de sensibilización y apoyo a los municipios para minorar los residuos
El grupo socialista de la Diputación de Alicante ha solicitado al equipo de Gobierno (PP) que “lidere, promueva y ejecute”, junto a la Generalitat y las instituciones europeas, las actuaciones necesarias para que valoren los daños ocasionados “al medio ambiente y a terceros” por el vertedero ubicado entre La Murada (Orihuela) y Abanilla (Murcia), repare los perjuicios y adopte de inmediato las medidas correctoras que sean necesarias.
En este sentido, ha pedido a la institución provincial que retome las campañas de sensibilización -apoyando a los ayuntamientos para que se hagan desde el ámbito local-, y recuperar las campañas de legislaturas anteriores y vinculadas a la Agenda 21 como los ‘Premios a la Sostenibilidad’ o la campaña ‘A limpiar El Mundo’.
La moción presentada en el pleno provincial de ayer por el Grupo Socialista, y que el PP “rechazó imponiendo su mayoría”, contempla una serie de medidas como la recisión por parte del Consorcio de Residuos del Plan Zonal XVII de la Vega Baja y la Diputación Provincial del contrato con la UTE Cespa-Ortiz –adjudicataria de la construcción del macrovertedero de Albatera-.
El objetivo de esta decisión de “carácter medioambiental”, tal y como ha señalado el portavoz socialista Raúl Valerio Medina, es “paliar y corregir los daños que se están ocasionando en algunas zonas de la comarca de la Vega Baja como consecuencia de una gestión de los residuos altamente irresponsable”.
En este sentido, ha opinado que la Generalitat y la Diputación ejercen un “control injusto” sobre el Consorcio a la hora de “imponer las ubicaciones de la planta y vertedero de Albatera, así como de la Planta de Transferencia de Cox”, puesto que no tienen en cuenta soluciones menos agresivas como mejorar y usar las instalaciones ya existentes ubicadas en Crevillente (Abornasa).
“La Vega Baja ya ha sufrido bastante abuso y atentado a su Medio Ambiente con la contaminación generada por el macrovertedero de Abanilla-La Murada”, ha remarcado.
Asimismo, ha mostrado su rechazo a que Albatera albergue la planta y vertedero que se pretende construir en plena zona protegida de la Sierra de Crevillente, mientras existan terrenos en el Consorcio donde se genere un menor impacto ambiental”.
Por todo ello ha exigido que se inicie un nuevo procedimiento de adjudicación “teniendo en cuenta los principios de servicio público, consenso, transparencia y participación, dada las “numerosas irregularidades” en las que se ha basado la primera asignación del proyecto.
El socialista ha señalado también que “esta situación no se puede sostener por más tiempo” ya que, a su juicio, “es vergonzoso que los municipios afectados estén pagando las consecuencias de un plan zonal salpicado por la corrupción”.
“Lo más lamentable es que todo esto está ocurriendo bajo el paraguas de la Generalitat Valenciana y de la Diputación, que son las que controlan los consorcios y deciden las adjudicaciones de los contratos”, ha añadido.
Por último, Valerio Medina ha opinado que la construcción del vertedero, tal y como se prevé en el Plan Zonal XVII, es “obsoleta y no cumple con los mínimos de reutilización y reciclaje”.
“El coste del tratamiento del residuo es excesivo para al final destinarse a tirarlo a un vertedero, y el alto índice de rechazo unido a ese alto precio sólo parece buscar el aumentar el beneficio, por uno y otro lado, de la empresa concesionaria”, ha expuesto el socialista, quien ha insistido que el Plan Zonal debe “revisarse y adaptarse a la realidad actual y a las directivas medioambientales para que esto no vuelva a ocurrir”.
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