La alcaldesa Charo Bañuls expulsó ayer a los dos ediles de la formación indepediente tras las críticas que realizó Aurelio Murcia la semana pasada
El Partido Popular de Bigastro rompió ayer el pacto de gobierno que ha mantenido algo más de dos años con Unión Popular Liberal y Centrista (UPLC) y que permitió a los populares gobernar en el municipio después de décadas de dominio socialista. La alcaldesa Charo Bañuls firmó ayer por la mañana los decretos de expulsión de los dos concejales de UPLC, Fernando Moya y Aurelio Murcia, después de sus discrepancias con éste último, el primer teniente de alcalde, quien la semana pasada acusó a la regidora popular de «cobrar un sueldo por no hacer nada».
Esta y otras críticas llevaron a Charo Bañuls a plantear el pasado lunes por la noche a su ejecutiva local la expulsión de los ediles de UPLC y los populares de Bigastro respaldaron su decisión. De esta forma la regidora asume también las competencias que mantenían los dos ediles de la formación independiente. La situación de gobernabilidad en el Ayuntamiento de Bigastro queda en un lugar complicado tras la ruptura del pacto entre el Partido Popular y UPLC. Los populares se quedan con un gobierno en minoría con cinco concejales y no podrán sacar sus propuestas adelante sin el voto de los seis ediles socialistas o de los dos de UPLC.
Moción de censura
La posibilidad de desbancar al Partido Popular del gobierno de Bigastro a través de una moción de censura que podrían rubicar el PSOE y UPLC es contemplada hasta por la propia alcaldesa Charo Bañuls. El pacto entre los dos grupos ahora en la oposición podría darse aunque cabe recordar que la semana pasada el portavoz socialista Raúl Valerio Medina hizo público que el pasado mes de diciembre el líder de UPLC, Aurelio Murcia, le planteó firmar una moción de censura y los socialistas declinaron la petición.
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