Una ciudadana amenaza al alcalde «prepárate que la gallá te la comes» le espetó la mujer tras ser expulsada del pleno por hacerle una «peineta» a Hurtado mientras intervenía
Momento en el que una ciudadana amenza al alcalde con pegarle con la muleta
El surrealismo, la chabacanería y la bronca han llegado al salón de plenos de Torrevieja y al parecer para quedarse. Vecinas y vecinos que legitimamente revindican sus necesidades, aunque en algunos momentos con muy poca paciencia con un equipo de Gobierno que lleva 100 días de gestión tras 27 años de gobiernos del Partido Popular, reclamaron soluciones inmediatas a sus reivindicaciones.
Gritos, faltas de decoro, insultos y un vocabulario irreverente fue lo que utilizaron los muchos ciudadanos que ayer fueron a reivindicar la solución a sus problemas. Desde los habitantes de las Torretas III, según ellos mismos llevan 30 años callados y aguantando, que reclamaban una solución inmediata a los problemas estructurales que tiene esta urbanización, y a los que se les contestó que en este momento no existe presupuesto para afrontar los problemas de la urbanización, pasando por la presidenta de una asociación que pide que antes del día 27 domingo se le asegure que el Centro Cultural Virgen del Carmen se le podrá ceder para la organización de un recital de villancicos, hasta las madres de la FAPA que faltando el respeto a concejales y público reclamaban un cambio en el modelo de la subvenciones del transporte escolar. Vecinos movilizados que a la entrada del ex alcalde, Eduardo Dolón (PP), vitoreaban y coreaban «alcalde, alcalde» fue la tónica de la sesión plenaria de ayer.
Entre vítores, aplausos y comentarios en voz alta, que en algunos momentos apenas dejaban oír el debate de los concejales, se aprobó tener en cuenta la propuesta del PP de rebajar el IBI del tipo impositivo del 0,043% actual a un 0,04%, tipo mínimo impositivo que regula la Ley de Haciendas Locales. Esta propuesta, que fue tildada de ardid tanto por el concejal de Hacienda, José Hurtado (LV), quien aseguró que en su momento desmontaría una por una las argumentaciones del PP que «miente al asegurar que llevaba en su programa electoral la propuesta presentada ayer a pleno» como por el edil de Izquierda Unida Víctor Ferrández, quien tildó de tramposa la propuesta que no contempla la progresividad de las cargas fiscales que además beneficiaría más a quienes más tienen, será tomada en consideración para que se comience un expdiente y los informes de viabilidad e impacto en las arcas municipales.
Mientras se debatía este punto una ciudadana sentada en primera fila le hizo una «peineta» al concejal José Hurtado, mientras este rebatía la argumentación utilizada por Eduardo Dolón, portavoz del Partido Popular, razón por la cual el alcalde paró un momento la sesión para pedirle a la mujer que abandonara el pleno, apercibimiento que la mujer no tomó en cuenta por lo que tuvo que ser desalojada por la policía local mientras amenazaba al alcalde con una muleta, la misma con la que intentó agredir a la concejala de Ciudadanos Pilar Gómez Magán a la salida de la sesión de investidura, y le gritaba «prepárate que la gallá te la comes».
Meter la pata y no la mano
El debate de corte más político estuvo centrado en la actuación de la edil África Celdrán, a la que desde el Partido Popular se acusó de nepotismo, corrupción y sobre la que se insinuó que podría haber cobrado 2.000 euros a cambio de firmar un convenio con una empresa de León para la impresión del programa de Fiestas y el de la Feria de Mayo cediendo a la empresa la gestión de la publicidad. Quien tuvo las intervenciones más incisivas sobre esta cuestión fue el concejal Joaquín Albaladejo (PP) quien pidió la dimisión de la edil o que fuera cesada por el alcalde con la «misma celeridad con la que se echa a una ciudadana del salón de plenos» en referencia a la mujer que tras hacer gestos impropios amenazó al alcalde con pegarle con una muleta.
El alcalde, José Manuel Dolón (LV) contestó al edil popular que los servicios jurídicos del Ayuntamiento ya tenían conocimiento del tema, que este no revestía ningún perjuicio económico ni legal para el consistorio y que la edil podría “haber metido la pata, pero no la mano” e invitó al Partido Popular a denunciar esto si consideraban que Celdrán podría haber incurrido en un delito, afirmando además que de ser imputada la concejala el propio Ayuntamiento se personaría en la causa como parte afectada.
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