Intensa jornada de procesiones que concentraron a miles de oriolanos en las calles
Las cofradías de la Santa Cena y El Lavatorio brillaron anoche en la nocturna procesión del Miércoles Santo que cerró las cuatro primeras jornadas de la Semana Santa para dar paso a las procesiones de los próximos días en las que, lejos del alboroto y la música, dominará el silencio y el dolor por la muerte y el entierro de Cristo.
Abrió la noche la popular cofradía de la Santa Cena tras la estela de los sonidos de la Convocatoria. Los nazarenos ataviados de rojo y blanco acompañaron a uno de los pasos de mayor envergadura de la Semana Santa oriolana; La Santa Cena de Enrique Galarza, en la que Jesús comparte mesa con los 12 Apóstoles. Tras ella, la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles puso el broche a la carrera de la cofradía.
El Lavatorio por su parte volvió a inundar las calles oriolanas de azul y blanco y a impregnarlas con el olor a incienso y sándalo que emanan los pebeteros de los niños que acompañaban a la Abanderada, María Ángeles Gilabert. La cofradía puso en la calle los pasos de San Pedro en su arrepentimiento, obra del escultor murciano Francisco Salzillo, a Nuestra Señora de la Esperanza, portada a hombros, y la imagen que da nombre a la cofradía en la que puede verse a San Pedro y Jesús.
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