«Debemos comprender y recordarnos con frecuencia, que estamos haciendo lo correcto, que ésta es nuestra principal responsabilidad y que todo ello es algo temporal que acabará pasando”, explica el Dr. Jesús Mesones, jefe de Psiquiatría
El Estado de Alarma decretado por el Gobierno ante el avance de la pandemia provocada por el COVID-19 en nuestro país hace que durante las próximas semanas gran parte de nuestros vecinos pasen los días sin salir de casa. Esta situación puede conllevar estados de estrés y malestar sino hacemos caso de algunas recomendaciones que nos ayudan a sobrellevar mejor el paso de las horas.
El Dr. Jesús Mesones, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Torrevieja, asegura que establecer rutinas y horarios parecidos o iguales a los que tenemos de forma habitual ayuda a mantener un equilibrio emocional. “El cumplimiento de las medidas adoptadas por las Autoridades Sanitarias son fundamentales para detener entre todos y todas esta pandemia. Por ello, debemos comprender y recordarnos con frecuencia, que estamos haciendo lo correcto, que ésta es nuestra principal responsabilidad y que todo ello es algo temporal que acabará pasando”.
“Estar unos días en casa nos permite dedicar tiempo a aquello que habitualmente no podemos por los horarios y prisas del día a día. Por ello, puede ser este el tiempo de aprovechar para ordenar o poner al día aquellas tareas pendientes”. Por otro lado, es importante mantener una higiene del sueño correcta y no pasar el día dormitando. Si mantenemos cierta actividad física y mental durante el día, será más fácil seguir conciliando el sueño por la noche.
En la era de la tecnología, donde la información está al alcance de todos de forma fácil y rápida, es importante establecer un horario para informarnos sobre lo que está sucediendo. Por lo tanto, no es saludable esta todo el día pendiente de las noticias. “La incertidumbre genera malestar emocional debido a la percepción de pérdida de control. Para ello, trataremos de mantener el conocimiento de la situación a través de información ofrecida por fuentes oficiales con información veraz y de confianza”.
Informarnos sí pero con control. Según los expertos, el exceso de información puede generar confusión e incremento de emociones como el miedo o la ansiedad. Tratemos de limitar el tiempo dedicado a la búsqueda de información, por ejemplo, a uno o dos momentos al día, evitando información viral por mensajería o redes sociales
Por el contrario, la tecnología nos ayuda a poder comunicarnos con amigos y familiares de forma fácil pudiendo vernos y oírnos en tiempo real. Debemos mantener el distanciamiento social, pero eso no implica el aislamiento social. Aprovechemos vías de comunicación alternativas (llamadas, mensajería, videoconferencias) para estar conectados a familiares y amigos. Intercambiemos experiencias, emociones y estrategias para afrontar de forma satisfactoria esta nueva forma de vivir nuestro día a día.
La pérdida de estructura diaria, el tiempo libre y la atención dirigida a lo relacionado con la pandemia, incrementa la frecuencia e intensidad de pensamientos anticipatorios negativos. Orientemos también nuestra atención a información positiva como por ejemplo en los casos que están pasando la infección con sintomatología leve o moderada sin complicaciones médicas. “Ante todo es importante tener presente de que se trata de una situación temporal que pasará y que recuperaremos nuestros hábitos de vida cotidianos”, asegura el Dr. Mesones.
Decálogo para sobrellevar los días en casa:
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Comprende la situación. Es nuestra principal responsabilidad y es algo temporal que pasará.
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¿Estar informados? SÍ. La incertidumbre genera malestar emocional. Trataremos de mantener el conocimiento de la situación a través de información ofrecida por fuentes oficiales con información veraz y de confianza.
- ¿Estar sobreinformados? NO. Tratemos de limitar el tiempo dedicado a la búsqueda de información, por ejemplo, a uno o dos momentos al día, evitando información viral por mensajería o redes sociales.
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Desconectar. Busquemos la manera de mantener conversaciones variadas con nuestros seres queridos y/o equipos de trabajo.
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Detener pensamientos irracionales catastrofistas. Orientemos nuestra atención a información positiva.
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Mantener el contacto social. Aprovechemos vías de comunicación alternativas (llamadas, mensajería, videoconferencias) para estar conectados a familiares y amigos.
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Estructurar la vida diaria. Planifica actividades dentro del hogar así como las salidas de casa permitidas siguiendo las recomendaciones sanitarias. Para los más pequeños, será fundamental mantener una estructura diaria similar a la escolar.
- Planificar actividades reconfortantes. Podemos dedicar el tiempo libre que brinda el confinamiento a desarrollar actividades placenteras en solitario y también con quien nos acompaña.
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Tolerar emociones. Sentirnos aburridos, irritables, temerosos o preocupados en esta situación forma parte de lo esperable. Observemos qué estamos sintiendo, qué nos los produce. Tenemos derecho a sentirnos así en determinados momentos.
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Regular emociones. Mantener actividad física regular en casa, realizar respiraciones conscientes y profundas, así como compartir con los demás cómo nos sentimos, son formas adecuadas de canalizarlas.
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