El Ayuntamiento realizará trabajos de limpieza del solar y retirada de escombros y valorará la conservación de la fachada y elementos singulares
El patrimonio municipal de Rafal crece tras la cesión al Ayuntamiento, por parte de la Cooperativa Agrícola Católica de Rafal, del conocido como Edificio del Sindicato. Después de varios años de negociaciones, el Consistorio rafaleño ha firmado con el Consejo Valenciano de Cooperativismo esta cesión que se materializó el pasado 22 de enero con la formalización de la escritura pública de cesión de los activos de la Cooperativa Agrícola por parte de su liquidador,
Salvador Torres, y el alcalde del municipio, Manuel Pineda.
La construcción, una planta baja de en torno a 465 metros cuadrados y ubicada en la esquina de las calles Maestra Doña Alejandrina y Antonio Mula Franco, forma parte de la historia de rafal. Fue construido para albergar la sede del desaparecido Sindicato Agrícola de Rafal en el año 1927. Siete años antes, en 1920, se puso en marcha el Sindicato con el objetivo de comercializar productos agrícolas. Se ganó la reputación de ser la sociedad mejor gestionada de la Vega Baja y sus accionistas obtuvieron muchos beneficios. Esto les llevó a emprender obras sociales en beneficio del pueblo, como la construcción de viviendas.
El Sindicato sobrevivió a la Guerra Civil, aunque a partir de entonces se limitó a la distribución de abonos mientras que estuvo activo, hasta finales de los años 90 del siglo pasado. La única obra social que realizó en la segunda mitad del siglo XX fue la construcción del barrio de Las Casas Baratas.
El Ayuntamiento puso en marcha hace unos años el expediente de situación legal de ruina del inmueble, del que se dio traslado a la asociación donante del mismo. Tras varias conversaciones se alcanzó el acuerdo para la cesión que ahora se materializa. La concejala de Urbanismo, Noemí Cutillas, ha explicado que el Ayuntamiento va a proceder a la limpieza del solar y la retirada de escombros existentes en su interior. A partir de ahí, se procederá a la demolición controlada del mismo, si bien se valorará la conservación de la fachada, o en todo caso, de los elementos más característicos del inmueble.
El alcalde de Rafal, Manuel Pineda, ha recordado que “este edificio forma parte de la historia de nuestro pueblo, por lo que una vez que ha pasado a formar parte del patrimonio municipal, queremos que quede como testigo de nuestra tradición agrícola junto con la huerta y como uno más de los elementos que la caracterizan”.
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