La secretaria autonómica y la directora general de Política Territorial se han reunido con representantes de ayuntamientos, entidades y asociaciones
La Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad ha reanudado en la localidad de Los Montesinos una nueva serie de sesiones participativas e informativas sobre el Plan de Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja.
A esta primera sesión del año han asistido la secretaria autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje, Imma Orozco, y la directora general de Política Territorial y Paisaje, Rosa Pardo, que han expuesto y analizado los principales ejes del PAT, que se encuentra en fase de información pública, con representantes de ayuntamientos, entidades y asociaciones de la comarca, así como con profesionales expertos sobre la materia.
Así, se ha subrayado que el PAT, que abarca 27 municipios, 950 km2, y 350.000 habitantes, es un instrumento de ordenación territorial para la consecución de una mayor resiliencia y sostenibilidad en la dinamización de la Vega Baja desde la perspectiva económica, ambiental y social.
Entre sus objetivos destaca mejorar el desarrollo territorial con modelos urbanos de calidad a partir de las singularidades del territorio y del refuerzo de ejes estratégicos de dinamización económica. En este sentido, se pretende contar con una estructura racional capaz de adaptarse a los cambios del medio sin fosilizar el crecimiento urbanístico y territorial, por lo que se habilitan mecanismos para su adaptación y gestión, en su caso, a nivel municipal al permitir cierta capacidad de decisión a los ayuntamientos proponiendo, entre otras cuestiones, ámbitos de regeneración urbana y recualificación turística que puedan acogerse a las medidas dinamizadoras del PAT.
Infraestructura verde
Sobre infraestructura verde y ordenación del suelo no urbanizable, el PAT propone un conjunto de zonas y afecciones que regularán los usos permitidos según la capacidad de acogida y la elevada fragilidad de este territorio, recurrentemente afectado por inundaciones catastróficas.
En este ámbito destaca la zona de la Huerta de la Vega Baja, donde se plantea la protección activa al permitir la introducción ordenada de usos terciarios compatibles con la actividad agrícola, siempre que se impliquen en el mantenimiento de la huerta.
En el otro extremo, la zona de «nuevos regadíos» se zonifica como suelo rural sin protección y admite una mayor diversidad de usos en el suelo no urbanizable, e incluso la producción de energía renovable cumpliendo los criterios de implantación regulados en el plan.
Agilizar y flexibilizar la implantación de actividades
El gran objetivo del PAT es la agilización y flexibilización de las actividades que aporten valor añadido a la comarca, y sean compatibles con la preservación y puesta en valor de sus activos territoriales, ambientales y paisajísticos. Con este objetivo y con carácter general, los usos y actividades a implantar, si se ajustan a los parámetros del PAT, estarían exentos de Declaración de Interés Comunitario para facilitar una gestión más ágil y una mayor capacidad de gestión municipal.
El PAT también incluye la protección de elementos del patrimonio ambiental y cultural como los Palmerales de Orihuela, San Isidro o Torrevieja, así como los viñedos de la Mata, los cabezos, o los secanos aterrazados de la Sierra Escalona.
Mejora del modelo urbano
Asimismo, propone una mejora del modelo urbano de la comarca a través de un conjunto de estrategias territoriales sobre los suelos urbanizables, que van desde la incorporación a la infraestructura verde en los casos de mayor incompatibilidad ambiental y territorial, hasta el refuerzo de aquellos ámbitos que por su posición son estratégicos para la mejora conjunta del territorio.
Esta estrategia supone 1.320 hectáreas de suelos urbanizados o parcialmente edificados que podrán reconvertirse en espacios urbanos de calidad y con mayores dotaciones públicas. Otras estrategias permitirán mejorar la ordenación de los sectores, e integrarlos adecuadamente en los tejidos urbanos existentes, ahorrando costes de los servicios públicos, que son muy elevados en los modelos urbanos dispersos de baja densidad. Cunado un sector cuente con la programación aprobada, el PAT le otorga un régimen transitorio para empezar las obras de urbanización.
El PAT introduce una excepción en cuanto a la aplicación de los índices máximos de desarrollo urbano en usos industriales y terciarios, considerando los productos turístico-residenciales que cumplan con criterios de complejidad urbana y mejora de dotaciones como tejidos de actividad económica, satisfaciendo una de las grades reivindicaciones del sector promotor de la comarca.
Nodos de actividad económica
Además, el PAT propone dos grandes nodos de actividad económica en los términos de la Estrategia Territorial de la Comunitat, uno en el entorno de San Isidro, que refuerza el corredor mediterráneo, y otro en el eje de la A-7, al norte de Orihuela. Estos ámbitos se consideran idóneos para consolidar el clúster agroalimentario de la Vega Baja y generar efectos de arrastre sobre los sectores económicos de la comarca. Igualmente, formula incentivos para los espacios de la nueva economía creativa y la actividad logística.
En sus disposiciones transitorias, el PAT respecta las licencias en tramitación, las DIC terciarias y de servicios en tramitación, y aplica el techo máximo zonal a las plantas fotovoltaicas tramitadas por la legislación autonómica que se implanten en la zona del suelo no urbanizable de nuevos regadíos. También permite la regularización de actividades ya implantadas cuyos usos sean compatibles habilitando, cuando los usos o los parámetros urbanísticos no fueran compatibles, una regularización temporal de 10 años.
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