La consellera de Medio Ambiente Isabel Bonig ha anunciado que esta medida permitirá la contratación de más de 30 personas para luchar contra la plaga del pino
La consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, ha anunciado esta mañana que «el Consell destinará 1,2 millones de euros para combatir la plaga del tomicus destruens en los pinares valencianos”. Del mismo modo, ha confirmado que a través de esta medida, se “contratarán algo más de 30 trabajadores para el año que viene”.
Bonig ha recordado que durante los últimos meses y como consecuencia de la sequía extrema a la que se han visto sometidos los montes de la Comunidad Valenciana, se ha producido una situación de gran debilidad que ha propiciado la presencia de plagas y enfermedades, especialmente en los pinares.
«De ahí que desde la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente se esté realizando un importante esfuerzo para combatir la presencia de este insecto perforador en los montes de la región”, ha dicho.
En este sentido, Bonig ha recordado que ya se aprobó “una partida de 200.000 euros para llevar a cabo los trabajos y ahora se ha decidido que parte de los fondos FEADER vayan también destinados a este fin”.
«Además -ha continuado- se ha aprobado la orden que considera la presencia de tomicus como plaga por lo que se han de tratar de manera obligatoria estos pinares, independientemente de la propiedad del terreno”. De hecho, con la publicación de esta orden se “complementan y refuerzan las actuaciones que ya ha puesto en marcha la Conselleria».
La consellera ha asegurado, asimismo, que su departamento ha duplicado el número de brigadas que están trabajando para llevar a cabo las actuaciones establecidas para combatir la plaga. Así, de aquí a final de año serán ocho las brigadas que estarán actuando repartidas por toda la Comunidad Valenciana.
Corta y descortezado
Los tratamientos obligatorios consistirán en la corta y descortezado o extracción del monte de los pies muertos o afectados con riesgo fitosanitario.
Los trabajos se deberán efectuarse con anterioridad a que emerja del interior de los pinos la nueva generación de insectos, para lo que desde la Conselleria se ha establecido un calendario de actuación. De esta forma, antes del 15 de marzo deberán ser tratados los árboles muertos o afectados durante el cuarto trimestre del año.
La orden también recoge que no será obligatoria, aunque si aconsejable la colocación de trampas con feromonas para la captura de insectos adultos.
«Ahora -ha concluido la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig- con la decisión de destinar una importante cantidad de fondos europeos a este fin se asegura la continuidad de los trabajos y el compromiso firme de la Generalitat para luchar contra esta plaga».
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