El concejal de Cambiemos Carlos Bernabé renuncia a su cargo como representante de la formación

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«Trabajar como concejal de oposición que defiende un proyecto netamente progresista en un territorio como Orihuela, que hereda una clara hegemonía conservadora, requiere una enorme cantidad de energía» sentencia el ex edil 

El concejal de Cambiemos Carlos Bernabé, ha renunciado a su puesto como representante del partido, abandonando en consecuencia su puesto como concejal en el Ayuntamiento de Orihuela. Dicha decisión, fue tomaba el pasado 29 de mayo en la Asamblea del Partido tras el resultado de las Elecciones Municipales. Sin embargo, Carlos Bernabé recibió su acta de concejal el pasado junio.

A continuación puedes leer el comunicado íntegro:

El objeto del presente comunicado es informar de mi dimisión como concejal del Ayuntamiento de Orihuela. No creo que sea una noticia especialmente importante dado que las personas que, a título individual, ocupamos un cargo, no somos nada relevantes en comparación con los proyectos e instituciones que representamos. No obstante, en aras de una mayor transparencia y también para hacer un pequeño balance, quiero explicar las razones de esta decisión.

La renuncia al acta fue registrada ante el Ayuntamiento ayer, domingo, 23 de julio y se consumará tras el Pleno Ordinario correspondiente al mes de julio, en el que participaré con normalidad. Esta decisión se adoptó inicialmente el pasado 29 de mayo cuando, por diversos motivos, tanto yo mismo como la Asamblea estábamos de acuerdo en facilitar un relevo en el seno del grupo municipal. Sin embargo, en aquel momento se estimó oportuno recoger el acta de concejal y facilitar la transición en el Grupo de Cambiemos durante las primeras semanas o meses de mandato. Transición que, en lo que respecta a mi rol como concejal, se cierra esta misma semana.

Respecto a las razones sobre la dimisión quisiera huir de los clásicos tópicos y lugares comunes que no dicen nada. Intentaré ser lo más claro posible: las razones son tanto personales como políticas. Aunque, tal como el feminismo nos enseñó, «lo personal es político», así que ambas se entremezclan de algún modo. Intento explicarlas.

En cuanto a lo que es un poco más personal que político, principalmente se resume en una palabra: extenuación. Trabajar como concejal de oposición que defiende un proyecto netamente progresista, ecologista, igualitario y transformador es, en un territorio como Orihuela que, además de su diversidad territorial, hereda una clara hegemonía conservadora, un Ayuntamiento debilitado y un modelo socioeconómico injusto e insostenible, requiere una enorme cantidad de energía. En estos años he tratado de contribuir, con mayor o menor acierto, a fortalecer ese proyecto de cambio como concejal al tiempo que hacía equilibrios, no siempre fáciles, con mi vida laboral y personal. Muy a menudo haciendo trabajo institucional con escasos recursos. Escasez sólo compensada con la enorme implicación de muchas y muchos compañeros de Cambiemos Orihuela. Así que, honestamente, tras 8 años creo que no soy capaz de aportar la inteligencia, motivación y energía que sí pueden ofrecer otros compañeros y compañeras, en este caso Leticia y Quique, que van a generar un grupo municipal maravilloso, con una Asamblea que les seguirá acompañando y de la que, obviamente, seguiré formando parte de forma muy activa.

En cuanto a lo que es un poco más político que personal hay varios factores. En primer lugar, el resultado electoral del pasado 28 de mayo no fue positivo. Bien es cierto que, en términos comparativos, a la vista de la debacle local y autonómica, los resultados de Cambiemos Orihuela no fueron tan negativos. Obtuvimos más votos que la suma de nuestras candidaturas autonómicas, mantuvimos representación y, de hecho, obtuvimos un porcentaje de voto calcado al de Sumar en Orihuela en estas elecciones generales. Sin embargo, hay momentos, como éste, en los que perder un concejal y una parte importante de voto requiere adoptar decisiones que faciliten la revisión estratégica del proyecto. En Cambiemos tenemos claro que nuestros aciertos, errores, méritos y deméritos son siempre colectivos, si bien hay escenarios que requieren cambios y asunción de responsabilidades a escala individual y en relación con los roles más visibles en un proyecto. Asimismo, es evidente que, en este contexto y tras ser candidato a la alcaldía en tres ocasiones (2015, 2019 y 2023), es necesario plantear un relevo en ese rol de cara a 2027. Y, tanto mis compañeras y compañeros como yo mismo creemos que ese relevo será más sencillo si renovamos en su totalidad el Grupo Municipal. A lo largo de estos años he tenido, como concejal, un grado de visibilidad en el proyecto que ahora corresponde adoptar a otras personas que, creo, pueden contribuir a fortalecer y aumentar las opciones futuras de Cambiemos Orihuela.

Los objetivos políticos de Cambiemos Orihuela, gobernar nuestra patria chica para avanzar hacia un municipio más justo, libre y sostenible, siguen lejos de cumplirse. Pero estoy orgulloso de haber podido poner mi granito de arena para consolidar un proyecto y un espacio colectivo que, más allá de las siglas o nombres que adopte, es fundamental para que Orihuela avance en el futuro.Además, Cambiemos Orihuela, sin haber alcanzado el Gobierno, ya ha cambiado cuestiones clave en Orihuela. Sin la labor política y jurídica de nuestro Grupo, Cala Mosca ya habría sido construida; hemos sido el único grupo que puso encima de la mesa la irregularidad en la mayor privatización de Orihuela, la gestión del agua potable, todavía en una situación fraudulenta; hemos forzado debates en materia de transición ecológica, progresividad fiscal municipal, políticas feministas y de diversidad sexo-afectiva o medidas contra la corrupción que no habrían sido posibles sin nuestra labor y que, creo, han contribuido a algunos avances. También quisiera poner en valor que Cambiemos Orihuela ha hecho un trabajo social, más allá de lo institucional, que ha contribuido a crear un espacio, también físico, en esta sede, de dinamización política y social, un espacio de seguridad para colectivos vulnerables, que sufren el odio de la ultraderecha y de encuentro para gente progresista. Obviamente, no creo que yo tenga ni más ni menos mérito que cualquiera de mis compañeras o compañeros, simplemente quisiera ponerlo en valor como parte del balance político de estos años. Hoy, por desgracia, la ultraderecha vuelve a gobernar nuestro municipio pero el espacio político de Cambiemos Orihuela será clave para consolidar una alternativa progresista y transformadora en un futuro cercano.

Finalmente, algunos agradecimientos y disculpas. Un agradecimiento enorme y eterno a las compañeras y compañeros de Cambiemos Orihuela (no pondré ningún nombre propio porque es imposible recogerlos todos). No es sencillo trabajar como concejal para un proyecto tan ambicioso, pero el grupo humano que conforma Cambiemos no ha hecho más que facilitarlo y hacerlo lo más alegre, efectivo y útil posible. No podría haberme sentido más cuidado ni haber sido parte, como concejal, de un espacio más sano a nivel humano. Un agradecimiento también a las muchas y muchos vecinos y personas de diversos colectivos que se han implicado también en este proyecto y me han enseñado mucho en mi trabajo estos años.

También quiero agradecer la labor de la mayoría de funcionarios y funcionarias del Ayuntamiento de Orihuela que, más allá de sus filias y fobias políticas, me han tratado  siempre de forma ejemplar. He aprendido mucho de y con ellas y ellos. Quiero también recordar, porque tiene significado político, a la mucha gente, familiares y amistades que me han cuidado estos años. No se me olvida que nuestras instituciones, como tantos otros ámbitos de la vida, también tienen sesgos de clase. Sé que, sin el apoyo que he recibido a lo largo de toda mi vida, no habría tenido ni los recursos personales ni, más recientemente, el tiempo o ahorros económicos que me han permitido hacer política, a menudo en condiciones muy precarias. Es importante, no sólo porque quiera agradecerlo, sino porque tenemos que trabajar para que no sea así en el futuro: para construir una sociedad donde cualquiera, venga de donde venga, pueda acceder en igualdad real de condiciones a la esfera institucional y la participación democrática. Yo sé que no pertenezco a los privilegiados de la sociedad, y estoy orgulloso de que así sea, pero también sé que he tenido a mi alcance derechos que a otros aún les son negados.

Respecto a las disculpas, hacer política a escala local tiene un enorme problema: cuando se critica o cuestiona algo, cuando se denuncia un abuso o una irregularidad, cuando se rechaza un proyecto de gobierno o adopta una decisión, es sencillo que todo ello impacte sobre personas relativamente cercanas a las que, en algunos casos, incluso unen lazos más o menos afectivos. Soy consciente de que, en muchos momentos, me ha tocado ser vehemente, firme y contundente a la hora de cuestionar ciertas conductas o decisiones políticas. Eso no es malo, sino parte inevitable de la política y del conflicto democrático. Sin embargo, nunca es agradable que otra persona, especialmente si es tu vecino o vecina, se sienta interpelada, de forma negativa, en lo personal. Mis disculpas a quien se haya podido sentir ofendida u ofendido por mi labor política que ha querido ser precisa y únicamente, eso, política. También mis disculpas a los vecinos y vecinas a los que no he sabido o podido dar respuestas con la rapidez o acierto que debería.

Por último, un agradecimiento a los medios de comunicación. En un contexto de claro empobrecimiento e intoxicación de la esfera pública, a las que están contribuyendo algunos sectores políticos pero también algunos sectores mediáticos, para mí ha sido un lujo que la información política sobre Orihuela y el trato a mi grupo municipal y a mí mismo, haya sido exquisitamente respetuoso por parte de los medios con los que nos hemos relacionado de forma cotidiana. Más allá de cualquier discrepancia, no he encontrado otra cosa que profesionalidad y buen trato entre las y los periodistas que han seguido la actualidad política en Orihuela y, sobre todo, la labor de Cambiemos Orihuela. Medios que, a menudo, trabajáis también en situaciones muy precarias pero cuyos trabajadores y trabajadoras han (habéis) sido siempre exquisitamente profesionales.

Por supuesto, esto no es ninguna despedida, es sólo un cambio de rol. Dejo el Ayuntamiento, pero no el proyecto de Cambiemos ni mi implicación en tratar de avanzar hacia una Orihuela que cuide al territorio y a las gentes que lo habitamos.

Muchas gracias por todo y, como siempre, a Cambiar Orihuela.

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