Durante el encuentro se puso en valor a aquellos alumnos y alumnas del centro que actualmente se dedican al mundo de las ciencias
Una semana más, el Colegio Oleza en colaboración con el Casino Orcelitano de Orihuela, celebraba un nuevo encuentro, en esta ocasión centrado en la ciencia. «El Colegio Oleza y la ciencia», tuvo como principales objetivos acercar a los asistentes al encuentro diversos aspectos científicos, además de poner en valor a todos aquellos alumnos y alumnas del centro que actualmente se dedican al mundo de las ciencias.
Antes de comenzar la charla, Ángel Ortiz Gea, docente del centro, quiso homenajear al antiguo profesor de matemáticas del centro Ginés Gea Cayuelas, «él me proporcionó, y me sigue proporcionando, la dicha y el orgullo de la profesión que desempeño todos los días».
El periodista Jesús Zerón fue el encargado de moderar y presentar el acto, dejando el testigo en algunos momentos a la directora de proyectos educativos del MUDIC, Rosa Martínez.
Rafael Lozano, ingeniero de telecomunicaciones y ganador de varios galardones que certifican la calidad de su trabajo, fue uno de los primeros invitados en pasar por el sofá para contar su experiencia sobre su colegio. Durante su discurso, Lozano, quiso recordar al antiguo profesor del centro D. Ginés, «por mí y por mi carrera profesional él se convirtió en un gran referente, tengo un recuerdo muy bonito de él». En sus proyectos destaca: dimensionar la red nacional de fibra ópica para interconectar todos los campos de primera y segunda división y la implantación de un modelo de agricultura 4.0 en busca de modelos sostenibles
Junto a Lozano, se sentó en el sofá José A. Mazón San Bartolomé, ingeniero de software, quien destaca el buen recuerdo del centro, «tengo recuerdos muy dulces del colegio, he vuelto al terminar el bachiller y la universidad a contarle a los profesores mis avances». Entre sus aportaciones, se encuentra una aplicación que transcribe los diagnósticos de los médicos a través de modelos entrenados con el vocabulario de médico o la elaboración de videojuegos virtuales.
Las alumnas Nerea Gálvez, ingeniera aeroespacial residente en Francia, y Laura Lorente, patóloga y profesora asociada de la Universidad de Murcia, también quisieron estar presentes en este encuentro aunque, por motivos logísticos no pudieron desplazarse presencialmente.
Por su parte, Rocío Pérez, investigadora bioquímica y doctora en bioquímica y biología molecular, y los médicos de familia Eusebio Martínez y Ezequiel Navarro, también pasaron por el sofá para contar su experiencia y vivencias más destacadas en el centro. Pérez se sumó a las palabras de cariño para los docentes y contó su experiencia en la investigación junto a investigadoras de primer nivel en Estados Unidos y Madrid.
Eusebio Martínez, explicó la rutina de un médico de familia y su prioridad en tratarlos «siempre desde la humanidad», aspecto que también subrayó Ezequiel Navarro, quien desarrolló las funciones de estos profesionales y la necesidad de estar siempre actualizados «como eslabón final del tratamiento que somos». Martínez explicó su amor por la medicina desde que era alumno del colegio, «quería ser médico por Marcelino Mellado, era un médico que iba por las casas de Orihuela con su cartera y yo lo veía como un héroe». Por su parte, Ezequiel Navarro contó su experiencia laboral como médico que siempre ha atendido en la zona de la Vega Baja y reivindicó la fuga de profesionales hacia ciudades limítrofes.
Tras esta entrevista, Rosa Martínez, directora de proyectos educativos del MUDIC, tomó el timón del encuentro para presentar a Ana Verdú y Hortensia González, docentes del Departamento de Ciencias y Matemáticas del Colegio Oleza. Martínez explicó la necesidad de educar en ciencias «además de motivar las vocaciones científicas, necesitamos saber ciencias para precisamente poder dar respuesta y tener una responsabilidad comportándonos de manera coherente».
Rosa Martínez junto a Ana Verdú y Hortensia González
El Colegio Oleza y su Departamento de Ciencias y Matemáticas, conscientes de la importancia de la ciencia, aplican con sus alumnos una enseñanza activa en la que los propios alumnos pueden experimentar y conocer de primera mano las investigaciones. Durante su intervención, la profesora Ana Verdú puso en valor la importancia de ser un centro pequeño para «poder conocer de primera mano la evolución de los alumnos durante sus etapas en el centro». Por su parte, Hortensia González destacó como clave principal «transmitir que esto de la ciencia no es magia, sino que todo lleva un gran esfuerzo».
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