El equipo que entrena Israel Navarro despedirá a partir de las cinco de la tarde, una temporada atípica con dos partes muy distintas y con la única intención de sumar los tres puntos para acabar la competición regular lo más digna posible
Después de una primera vuelta espectacular en el grupo IV de Segunda B de fútbol sala, el conjunto oriolano se desinfló en la segunda parte del campeonato hasta el punto de pasar de luchar por el ascenso a codearse con los equipos de la zona baja.
Ante el Navalmoral, sexto clasificado con 48 puntos, el Orihuela no se juega nada, aunque quiere despedirse de su afición con un triunfo que le permita terminar la liga reguar en la novena posición que ahora ocupa, puesto que una derrota podría llevarle hasta la decimosegunda plaza.
Deja tu comentario