El Club Fútbol Sala Orihuela no podrá contar momentáneamente con su portero Kike por una lesión de rodilla sufrida durante el transcurso del partido del domingo en Manzanares. A día de hoy se desconoce el alcance de la dolencia del jugador, por lo que tiene previsto someterse a una resonancia magnética en los próximos días para detectar el problema y ponerle solución.
Entre la tarde del lunes y la mañana de ayer martes, el portero pasó por varias pruebas para descartar lesiones graves tras retirarse el pasado domingo aquejado de fuertes dolores.
Tras las pruebas, el doctor Bustamante de la Clínica Vistahermosa ha descartado que la lesión sea de ligamentos, ya que una vez extraído el líquido de la rodilla izquierda se pudo comprobar que el ligamento no estaba afectado. No obstante, en el transcurso de esta semana se le realizará una resonancia magnética para ver el alcance definitivo de la lesión.
Por su parte el jugador se mostraba satisfecho de las primeras pruebas. “El miedo que tenía es que los ligamentos pudieran estar afectados pero de momento tendré que esperar para ver si el menisco está dañado” comentó el portero. Kike sabe que los partidos que vienen serán muy importantes para el devenir de la competición, por lo que opina que la lesión “no ha llegado en buen momento pero hay dos grandes porteros y el equipo no lo va a notar”, añadió el aspense.
Por último, recordaba con agrado el jugador del Orihuela cómo fue despedido de pabellón de La Mancha. “El público me sorprendió cuando me despidió con aplausos. Fue una acción ejemplar de una afición ejemplar” concluyó el ex del Elche.
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