La 67ª edición completó siete veladas habituales del certamen a pesar del COVID-19, ofreciendo nuevos formatos de actuaciones
Pese a las innumerables dificultades que socialmente se atraviesan, Torrevieja ha conseguido la proeza de desarrollar un Certamen de excepción, completando sus siete veladas habituales (en 2020, tan sólo pudieron ser cuatro) en una edición que, pese a ser atípica, ha servido para presentar nuevos formatos y sondear muchas otras posibilidades de exaltación de la Habanera.
El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, clausuró el que ha sido el segundo Certamen de la ‘era COVID’, resaltando el esfuerzo ímprobo que ha supuesto esta edición, tanto para la Comisión Técnica en la complejidad del planteamiento de las veladas, como de los coros y solistas, con especial mención a los de la ciudad de Torrevieja en su regreso al Tornavoz. El presidente del Patronato mostró su anhelo de que el próximo año el Certamen pueda recuperar la competición coral y, con ella, la presencia de los coros de todas las latitudes del planeta. A preguntas de los medios, el primer edil manifestó que éste puede haber sido el último Certamen antes de las obras de remodelación de las Eras de la Sal “si se cumplen los plazos, algo que es cierto que no suele ser lo habitual”. De ser así y si en 2022 ya se estuvieran ejecutando las obras, el Certamen cambiaría de ubicación a “una alternativa en la que ya está trabajando el Patronato –dijo el alcalde- y que en cualquier caso sería al aire libre”.
Sus palabras llegaron justo después de que se anunciase y se entregase el Escudo de Oro del Certamen al matrimonio formado por Manuel Martínez Guirao y Conchita Boj Andréu, en reconocimiento a toda una vida dedicada a la música y la Habanera, desde la enseñanza, la captación de talento coral, la composición y la dirección de coros. Galardón que recibieron visiblemente emocionados, ante el aplauso cerrado del público que cubría el aforo disponible en el recinto de las Eras de la Sal.
El 67º Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía llegó a su clausura con una velada de nivel donde la Unión Musical Torrevejense, en su regreso al Tornavoz, presentó un formato amplio y variado, acompañando a los solistas torrevejenses Francisco Moreno, Nuria Maddaloni, Lucía España y Víctor Alcañiz. Repertorio de zarzuelas y habaneras, que concluyó con “Torrevieja” del maestro Lafuente.
En su despedida de las Eras de la Sal la presentadora, Carolina Casado, elogió la capacidad de Torrevieja de mantener sus tradiciones y la pasión con la que lo hace. Recordó, desplazándose del atril habitual que ocupa cada noche, que hace seis años salió al tornavoz con su hija mayor recién nacida y que este año ya ha vuelto con ella a vivir la experiencia del Certamen. Una confidencia que el público correspondió con un prolongado aplauso.
Los himnos de Torrevieja, Comunidad Valenciana y España pusieron el broche de una edición memorable, donde se ha acreditado al máximo nivel musical el compromiso de la ciudad con su seña cultural e histórica más identificativa, declarada de interés turístico internacional y medalla al mérito cultural de la Generalitat Valenciana.
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