Manoli García, Elena Rayos, Alejandro Sigüenza, José Luis Zerón, Rolly Haacht, María Albertus, Raquel Rodríguez y Toni Mula, han sido los invitados al segundo encuentro
El pasado viernes el salón de actos del Casino Orcelitano de Orihuela, acogió el segundo encuentro del Colegio Oleza, «El Colegio Oleza y las artes». Estos encuentros, se enmarcan dentro de la programación organizada con motivo del 50 aniversario del colegio.
En esta ocasión, las artes han sido las protagonistas de una distendida charla entre los alumnos más célebres del centro y los asistentes al encuentro. Los encargados de dirigir esta charla, han sido también dos personas muy involucradas en la cultura oriolana, el periodista Jesús Zerón y el librero y editor Vicente Pina.
La primera de las invitadas en pasar por los micrófonos de este encuentro fue Manoli García, licenciada en Artes Escénicas, directora de teatro e impulsora, junto a Atanasio Die, de la actividad extraescolar de teatro en el Colegio Oleza. Durante su entrevista ha recordado sus inicios en el mundo de la interpretación y ha agradecido al colegio que le «abrieran las puertas de par en par». De entre todas las anécdotas de su paso por el centro, recuerda el viaje a Italia para interpretar las obras de Atanasio Die con los versos del poeta oriolano Miguel Hernández. Además, ha recordado que los alumnos del colegio fueron los primeros en interpretar la obra «El labrador de más aire».
Durante el comienzo del acto, los alumnos rindieron un sentido homenaje a la profesora Mercedes Moreno Medina, quien también estuvo a frente de la actividad de Teatro. Además de impartir clases de Latín e Historia en el centro.
Siguiendo con el mundo de la interpretación, no quisieron faltar a este encuentro los actores Elena Rayos y Alejandro Sigüenza que, aunque no pudieron asistir presencialmente, dejaron una entrevista grabada en la que contaron su experiencia en el colegio.
Durante la entrevista, Elena destacó la incertidumbre que supone dedicarse a las artes escénicas, «es una inseguridad de vida, tiene momentos maravillosos y momentos muy oscuros» y recordó sus primeros recuerdos con el teatro, «recuerdo sobre todo el intercambio con Italia. Lo viví como algo maravilloso, vinieron los italianos y luego nos fuimos nosotros, tengo clarísimo que aquello que cambió la vida. Encontré un sitio en el que estaba como pez en el agua«.
Por su parte, Alejandro puso en valor el papel de Manoli y Atanasio en su vida, «ellos me abrieron un camino de pasión. En la vida si no encuentras nada que te apasione, estás perdido«. Además, recordó también a sus profesores de primaria, «ellos me introdujeron una forma de vida, todo estaba en su amor y en su forma de ver la vida».
Del mundo de la interpretación al mundo de la poesía y literatura, el siguiente invitado en recordar sus años en el centro fue el poeta oriolano José Luis Zerón, quien recordó con gran cariño sus años en el colegio. Durante su charla, el poeta puso en valor la importante biblioteca con la que contaba el centro, «había un gran nivel de exigencia que me hizo descubrir muchos escritores» aunque recuerda que «mi concepción poética fue más tardía, yo quería ser zoólogo o explorador. Si bien es cierto que leía muchísimo, aprendí a leer muy pronto y leía todo lo que pillaba«.
Tras el paso del poeta, llegó el turno de tres prestigiosas escritoras oriolanas y alumnas del centro: Rolly Haacht, María Albertus y Raquel Rodríguez. Todas ellas destacaron el sentimiento de familia que se respira en el Colegio Oleza y aseguran que el colegio les influyó en su salto al mundo literario.
La escritora Rolly Haacht quiso agradecer «la amabilidad de todos los profesores porque me ha influido mucho. De hecho hacía todas las actividades extraescolares porque me encantaba estar en el colegio». Tanto caló en ella su paso por el colegio que en uno de sus libros está reflejada su profesora Amparo.
En el caso de María Albertus, su paso por el centro fue más breve, ya que solo realizó la ESO pero, aún así, asegura que «los profesores se llegaron a convertir en familia y referentes para mí». Por su parte, Raquel Rodríguez contó una de las anécdotas que posteriormente forjaría, en parte, su trabajo como escritora de literatura infantil, «hacíamos una lectura conjunta de libros en clase, recuerdo especialmente la lectura de «El libro de la selva» porque tras leerlo nos pusimos todos a hacer una conga cantando las canciones con el profesor encabezando».
El encuentro finalizó con el ilustrador Toni Mula, quien, además de antiguo alumno, es el responsable de toda la cartelería realizada con motivo del 50 aniversario. «No recuerdo mi paso por el colegio sin una carpeta o folio debajo del brazo para ponerme a dibujar», además de agradecer al centro las actividades extraescolares artísticas como pintura ya que «mi vocación empezó en casa y en las clases del colegio, quería que hubiese plástica todos los días«.
Todos los alumnos participantes recibieron un cartel conmemorativo de los 50 años del Colegio Oleza.
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