La iglesia retira el contencioso una vez que la talla ha sido declarada BIC y se garantiza “la finalidad religiosa con la que fue creada“
El conflicto judicial entre el Ayuntamiento de Orihuela y el Cabildo por la propiedad del conjunto escultórico de La Diablesa llega a su fin. Las dos instituciones han alcanzado un acuerdo para retirar el contencioso que mantenían desde el año 2012 en los juzgados para dirimir la titularidad de la talla ‘El Triunfo de la Cruz’ de Nicolás de Bussy, quizás la más singular de la Semana Santa oriolana.
Así lo han anunciado el concejal de Patrimonio, Rafael Almagro, y el Deán de la Catedral de Orihuela, José Antonio Gea. Los dos han comparecido para anunciar esta decisión que lo que hace “es recuperar el estatus inicial que existía antes de que se abriera el conflicto judicial”. Es decir, la talla continuará siendo propiedad del Ayuntamiento, exponiéndose como hasta ahora en la Sala Museo San Juan de Dios y procesionando el Sábado Santo en el Santo Entierro.
“Determinar a quién pertenece es muy complicado porque ambas instituciones tenemos documentos que acreditan que pertenece al Ayuntamiento o al Cabildo”, ha explicado el edil de Patrimonio. Por lo que han decidido desistir de este procedimiento judicial para trabajar en conjunto “para garantizar su protección y cuidado”.
En esta decisión ha tenido un peso fundamental el reciente nombramiento de La Diablesa como Bien de Interés Cultural (BIC). Con esta figura la protección del monumento, sea la propiedad de quien sea, queda en manos de la Generalitat Valenciana y cualquier paso que haya que darse tiene que estar autorizado por la institución valenciana.
En este sentido, el Deán de la Catedral ha señalado que lo que se busca con el acuerdo alcanzado “de naturaleza funcional” es precisamente velar por la protección del conjunto escultórico, datado de 1904. Para ello ha avanzado que se creara una comisión de seguimiento compuesta por miembros del Cabildo y técnicos del Ayuntamiento para este fin.
Fin de un conflicto
Este acuerdo supone la normalización de las relaciones entre el Ayuntamiento y el Cabildo, que desde el año 2012 mantenían un conflicto judicial por la titularidad de La Diablesa. Fue la Iglesia quien demandó al Consistorio para recuperar una talla que consideraba de su propiedad con el objetivo, ha dicho De Gea, de garantizar “que siempre se cumpliese con la finalidad religiosa con la que se hizo que era la de procesionar en el Santo Entierro”. Una vez nombrada la talla BIC esta finalidad está obligada a mantenerse por lo que desde el Cabildo desisten del contencioso abierto.
“Hay muchas más cosas que nos unen que nos separan”, ha señalado el Deán, quien ha restado hierro al asunto asegurando que aún con este conflicto judicial en marcha se han mantenido las relaciones cordiales entre las dos instituciones. “Orihuela no se entiende sin la iglesia en su recorrido histórico”, ha indicado.
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