El doctor Mellado, fallecido en 2009, era natural de Guadalajara pero desarrolló gran parte de su vida profesional en Orihuela
El Ayuntamiento de Orihuela rendirá homenaje al doctor Marcelino Mellado Saiz, fallecido en 2009, poniéndole su nombre al Centro de Salud número 1, más conocido como el del Rabaloche, que abrirá sus puertas de manera “inminente”. Así lo ha anunciado el alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, quien ha anunciado que el Consistorio propondrá a la Conselleria de manera oficial que la nueva infraestructura sanitaria lleve la denominación de este doctor.
El regidor ha propuesto esta mañana en Junta de Portavoces que el Centro de Salud del Rabaloche lleve la denominación de Marcelino Mellado, una propuesta sobre la que, según ha explicado el primer edil, no ha habido oposición por parte del resto de grupos municipales ni tampoco se han presentado otras opciones.
Marcelino Mellado Saiz, nacido el 18 de Mayo de 1945 en Salmerón (Guadalajara) se trasladó a Orihuela en 1977 donde desarrolló su vida profesional en el ambulatorio y en el Centro de Salud Álvarez de la Riva.
La madre de Marcelino Mellado, Marcelina, falleció en el parto y su padre Julián se convirtió en su máximo referente y en el principal impulsor de su carrera médica. Su vocación surgió al conocer de cerca el oficio, ya que gracias a su padre acompañaba al médico del pueblo en sus visitas a los habitantes de Salmerón.
Estudió la carrera en Madrid y la terminó en 1969 con solo 24 años. Después aprobó las oposiciones a la Sanidad Pública y obtuvo una plaza como médico del Estado. Su primer trabajo fue en Yebra, donde estuvo 6 años como único profesional sanitario.
Su llegada a Orihuela se produjo en 1977, tras obtener una plaza que se convocaba por concurso. Mellado eligió Orihuela entre otras de la Comunidad Valenciana, ya que consideraba que era el lugar adecuado para su desarrollo profesional y el de toda su familia. Desde aquel momento, hasta pocos días antes de su fallecimiento el 24 de noviembre de 2009, víctima de un cáncer de colon, se dedicó en plenitud a su trabajo como médico de familia de la Seguridad Social y a sus pacientes en todos los barrios y pedanías de Orihuela.
“Marcelino era un gran profesional, un gran médico y una gran persona. Sus pacientes le tenían un gran cariño. Les ofrecía un trato personal y cercano, inspirando la máxima confianza en sus certeros consejos y diagnósticos”, ha declarado el alcalde.
“Pensamos que, debido a su profesionalidad y dedicación, el centro de salud, que espero que esté abierto antes de finalizar el año, debe llevar su nombre”, ha finalizado el alcalde.
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