Un propietario de Las Monserratinas denuncia el abandono de dos casas colindantes a la suya, que favorece asimismo la aparición de gatos enfermos suponiendo un «peligro» para los viandantes
Rodeado de basura y soportando a diario olores inhumanos vive desde hace seis años Daniel Martínez, un vecino del barrio oriolano de Las Monserratinas, acompañado por su familia, entre ellos un niño de tan solo cuatro años.
Y es que, según ha denunciado en DIARIO DE LA VEGA, en la actualidad su vivienda colinda con otras dos casas que se encuentran en un estado de “abandono total”, con ventanas y puertas abiertas y rotas y, lo más grave, acumulando “grandes cantidades de basura en su interior” suponiendo un importante “foco de infección”.
Una de las mayores preocupaciones de Daniel frente a este problema es, sin duda, su hijo pequeño, quien a su paso por delante de ambas viviendas, tal y como ha contado, se ha llegado a quejar de la “peste” que desprenden.
Y por si fuera poco, la suciedad acumulada en las casas está favoreciendo la aparición de “ratas y gatos enfermos que campan a sus anchas” y que, según sus palabras, suponen un foco de “posibles infecciones” y un “peligro” para los viandantes.
Este vecino ha asegurado desconocer si las viviendas tienen o no propietario. Lo que sí ha querido dejar claro es que, durante este tiempo, se ha llegado a plantear la posibilidad de abandonar este lugar y trasladarse a un piso adquirido el pasado año en otra zona de la ciudad. Sin embargo, ha optado por permanecer en su vivienda, en la que ha invertido una cantidad de dinero importante en “arreglar la terraza para evitar que no entren los gatos”. 
Harto de esta situación y con el objetivo de terminar con este problema, el afectado se ha dirigido al Ayuntamiento hasta en dos ocasiones -la última de ellas el pasado mes de agosto-, donde ha presentado por registro municipal dos quejas exponiendo su caso y manifestando que ambas viviendas “no cumplen las condiciones mínimas de habitabilidad exigidas por ley a los propietarios, ni un mínimo de seguridad e higiene, produciendo una situación totalmente insalubre”.
Por todo ello, le pedía a la Administración local que “instase a los propietarios a regularizar la situación y dotarlas de condiciones mínimas de habitabilidad, seguridad e higiene”.
Asimismo, ha puesto en conocimiento del servicio de recogida de animales que gestiona el propio Consistorio la gran cantidad de gatos que hay en la zona, muchos de ellos enfermos, que se han llegado a introducir en su propia vivienda.
A pesar de todo esto, a día de hoy todavía no ha recibido respuesta alguna de las autoridades sobre si van a actuar o no al respecto, o simplemente recomendándole algún órgano al que dirigirse y que sea capaz de erradicar esta situación.
Mientras tanto y a la espera de una solución al día a día de Daniel y su familia, ellos continúan viviendo rodeados de basura y soportando olores que pueden acabar perjudicando su salud y, especialmente, la de su niño.
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