Cada año aumentan los casos de alergia en niños, por motivos alimenticios, factores ambientales y otras causas no estacionales
El 60% de los pacientes alérgicos pueden beneficiarse de las terapias de vacunación y frenar esta enfermedad. Estas inmunizaciones son utilizadas a menudo debido a que cada año aumentan los casos de alergia en niños, por motivos alimenticios, factores ambientales como la primavera o durante todo el año si hablamos de ácaros y otras causas no estacionales. El doctor Manuel Baca, jefe de pediatría de los hospitales Quirónsalud de Murcia y de Torrevieja explica que, «ante estas situaciones, y sobre todo cuando las alergias son muy molestas en los niños y les hacen sufrir otras enfermedades asociadas, además de antihistamínicos es un buen remedio hacer uso de las vacunas. De hecho, se considera como el único tratamiento disponible capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica».
Las vacunas de la alergia tienen una doble tarea. Por un lado, ayudar al pequeño a evitar los síntomas y, por otro, a largo plazo, solucionar la enfermedad. Se les llama hiposensibilizantes y se utilizan en personas con alergia a sustancias ambientales inhaladas (las que se respiran) y frente al veneno de abejas y avispas, por el riesgo evidente de picadura.
Ante la perspectiva de tener que estarse medicando siempre para controlar los síntomas, o si estos son cada vez más fuertes, se recomienda la utilización de una vacuna que ayude a disminuir la cantidad de medicación que debe tomarse o que logre, incluso, curar la alergia. También se emplean cuando el niño, además de tener alergia, sufre asma, rinitis, conjuntivitis o bronquitis.
En el caso de dermatitis atópica, alergia a alimentos, medicamentos y dermatitis de contacto no se utilizan, aunque algunas están en estudio y desarrollo y pronto podría haber alguna inmunización para algunos alimentos.
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