El Ayuntamiento de Orihuela solicita la inclusión en el nuevo proyecto el vallado del centro y la creación de patios exteriores
La concejal de Educación, Begoña Cuartero, ha instado a la Conselleria de Educación la reanudación de las obras de reforma y ampliación del CRA Azahar de La Matanza, así como la inclusión en el nuevo proyecto de reforma y ampliación el vallado del perímetro del centro y la creación de los patios exteriores necesarios.
La edil dio a conocer este miércoles la reunión mantenida en la pedanía Virgen del Camino con el alcalde de Callosa de Segura, Francisco Maciá, su homóloga callosina, Ángela Pedrera, el director del centro, Fernando Martínez, y representantes de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, para tratar las obras de reforma y ampliación de sus instalaciones.
“Se esperaba que las obras, que tenían un periodo de ejecución de 5 meses, estuvieran acabadas para el inicio del próximo curso”, informó Cuartero, “pero ya es seguro que no será así dado el desarrollo de las obras”.
Y es que las obras de este colegio comenzaron finalmente el 6 de abril, estando anunciadas por la Conselleria en su mapa programático de eliminación de escuelas prefabricadas, con un proyecto inicial redactado en 2014 en el que participaban los Ayuntamientos de Orihuela y Callosa al 50%, y que han estado paradas por diversas causas técnicas relacionadas con el proyecto y la empresa adjudicataria.
De esta manera, el arquitecto trasladó la entrega a Conselleria de una última memoria con el nuevo proyecto a diseñar el pasado lunes 28 de mayo, que contempla la demolición y construcción de una estructura nueva, explicando que la empresa seguirá con los trabajos de demolición mientras se encuentra a la espera del visto bueno de la institución para comenzar a redactar el nuevo proyecto, que no incluiría la realización de patio ni el vallado del edificio.
De esta manera, las posibles soluciones barajadas pasarían por conseguir la propiedad de los terrenos lindantes o cerrar las pistas actualmente en uso junto al colegio mediante un vallado practicable, “que se pueda cerrar en horario escolar y abrir para permitir su uso por los vecinos”, aclaró Cuartero.
No obstante, y aunque la mayoría del alumnado es oriolano, “el centro está adscrito al Ayuntamiento de Callosa, que es quien tiene la obligación de proporcionar el suelo necesario para su realización, así como dotarlo de un conserje y hacerse cargo de su mantenimiento”, manifestó la edil.
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