Esta nueva guía estará al alcance de todo el profesorado en el portal Reico de recursos web para trabajar la igualdad y la convivencia
La Dirección General de Inclusión Educativa y la Consellería de Educación, Cultura y Deporte han creado una guía para favorecer el uso igualitario del lenguaje en las aulas, que estará al alcance de todo el profesorado mediante el portal Reico de recursos web para trabajar la igualdad y la convivencia en los centros educativos a partir del 9 de marzo.
«El profesorado tenemos la obligación, como docentes, de contribuir a que el lenguaje deje de lado las expresiones, las construcciones sintácticas y morfológicas o el léxico que indican desigualdad de género», ha destacado la directora general de Inclusión Educativa, Raquel Andrés.
Además, Andrés ha subrayado que esta nueva guía «no solo es un instrumento para que las y los docentes seamos más conscientes de la necesidad de hacer un uso igualitario del lenguaje, sino que también es una oportunidad para abrir la reflexión y el debate entre el alumnado de ESO sobre la ocultación y el desprecio de las mujeres en el lenguaje, puesto que todo lo que no se denomina no existe y lo que se denomina mal, existe mal».
La ‘Guia d’ús de llenguatge igualitari per a la comunicació. Caminant cap a un món més incloent i referenciat’ es obra de las profesoras Elena Simón y Joana Pavia.
En este documento las autoras ofrecen pautas, recomendaciones y aportan recursos digitales al profesorado para avanzar en el uso no sexista del lenguaje: «Cuando las mujeres y lo que se considera femenino se trata de manera despectiva, insuficiente, disimétrica o imprecisa, lo que se produce es un tratamiento inadecuado de la mitad de la población que, simbólicamente, se sitúa en posiciones inferiorizadas de ocultación, desprecio o ambigüedad».
Este nuevo recurso para promover el uso del lenguaje igualitario en las aulas se presentará el próximo lunes 9 de marzo en el marco de las actividades conmemorativas del Día Internacional de la Mujer. El acto tendrá lugar en el Conservatorio Profesional de Música de València.
Además de dar a conocer la guía de la mano de las autoras, en el acto también se mostrarán experiencias de centros docentes referentes en la promoción de la igualdad en el ámbito educativo, como el CEIP Rosa Serrano de València, el IES Berenguer Dalmau de Catarroja y la FPA de Benissa.
El acto finalizará con un concierto didáctico a cargo del quinteto Casulana, una formación musical integrada por mujeres, que trabaja en la recuperación de la obra silenciada de mujeres compositoras a lo largo de la historia de la música.
Combatir los vicios sexistas del lenguaje
La guía plantea al profesorado numerosas soluciones para acabar con el vicio sexista de la ocultación de las mujeres en el lenguaje, como denominar las dos partes (chicas y chicos), utilizar nombres colectivos (vecindario, ciudadanía, profesorado), adjetivos neutros (asociación vecinal, consejo ministerial) o la función en lugar del cargo (dirección, sindicatura) en vez del masculino comprensivo de los dos géneros, o bien especificar a continuación y entre comas, cuando se trata de mujeres y de hombres (de ambos sexos, tanto mujeres como hombres, etc.).
La guía recomienda también evitar los términos disimétricos que no han llegado a desarrollar el uso de los femeninos (caballero, marido) los dobletes aparentes, en que el término femenino carga con una valoración negativa (verdulero/verdulera, fresco/fresca, etc.), así como evitar los tacos, palabrotas, calificaciones e insultos que refuerzan la idea que todo lo que es femenino es degradante (afeminado, blando, flojo, fino).
En cuanto a las concordancias, la guía apuesta por la utilización del femenino en primer lugar seguido del masculino (las y los alumnos inscritos en este curso) y emplear formas personales o pronominales del verbo (a quien se interese, se inscriba, se presente, se designe, se le pasará una encuesta).
En el caso de profesiones y oficios, la guía pone ejemplos muy esclarecedores: «Cuando sea mujer, en femenino y cuando sea hombre, en masculino. Cuando se trate del conjunto de mujeres y hombres, buscamos términos comprensivos que no sean ni desiguales ni disimétricos. Cuando decimos que no suena bien, es porque todavía no suena. Repitámoslo para que se normalice y deje de sonar extraño».
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