A través de este gesto el Ayuntamiento expresa su agradecimiento al Juzgado Privativo de Aguas por la cesión de esta infraestructura
El Ayuntamiento de Orihuela ha agradecido al Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela la cesión que hicieron hace tres años del Acueducto de la Acequia del Escorratel. Para ello, desde ayer, lucen dos placas conmemorativa en la pared de esta canalización además del reconocimiento personal que ha realizado el equipo de gobierno, con una representación encabezada por el alcalde, Emilio Bascuñana, y los concejales, Rafael Almagro, Víctor Valverde y Dámaso Aparicio, al anterior Juez Privativo de Aguas, Francisco Simón, y al actual, Pedro Mompeán.
El acuerdo se firmó el 12 de junio de 2017 mediante el cual el acueducto del Escorratel, también conocido como la acequia de la Escorrata, se cedía para 25 años con el objeto de que el Ayuntamiento se encargara de su restauración y puesta en valor. Esta infraestructura hidráulica data de los años 50 del siglo pasado, aunque fue proyectado en los años 20, y sirve de bienvenida a todos los que entran a Orihuela por el Palmeral. El canal se extiende en un tramo de 340 metros de la avenida Doctor García Rogel y lleva en desuso desde hace más de 30 años.
El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, ha recordado que “el acueducto se encontraba en mal estado por el paso del tiempo, las pintadas de grafitis y las grietas. Con la DANA de 2019, el canal quedó muy deteriorado y en la actualidad se ha eliminado y limpiado la vegetación que había crecido alrededor por lo que han mejorado la evacuación y el desagüe de las aguas en el caso de inundación. Queremos agradecer al Juzgado de Aguas esta cesión ya que uno de nuestros objetivos es recuperar el patrimonio que esté relacionado con una de las actividades ttradicionales de la huerta oriolana y de la Vega Baja como es el regadío”. El canal era en un principio una zanja que se elevó en forma de acueducto con el fin de llegar a todos las tierras de la pedanía de El Escorratel y del municipio de Redován. Ésta es una zona inundable donde concurre el agua que cae de la sierra y la procedente de la rambla de Abanilla.
Los trabajos realizados han consistido en afianzar la estructura, la pintura con la eliminación de los grafitis que llenaban todos sus arcos y adecentado el carril bici que hay en todo su trayecto. También se ha instalado un sistema de luces led para iluminar sus arcos durante la noche. Su resturación forman parte del proyecto de rehabilitación del Palmeral, junto con la adecuación de la Casa de los Verdú (Centro de Interpretación), el nuevo acerado y los caminos interiores.
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