El Orihuela se despidió de la pretemporada el sábado por la noche con un mal sabor de boca, no por el juego desplegado que, como ha sido habitual durante todo este periodo de preparación fue superior al del rival, sino por las dos expulsiones injustas que dejaron al equipo con nueve sobre un terreno de juego en pésimas condiciones, y por el resultado final de empate a uno, con ambos goles marcados de penalti
La dureza con la que se empleó el Molina durante todo el encuentro tuvo sus consecuencias durante el mismo, la mayor parte de las veces desfavoreciendo a los oriolanos debido a una pésima actuación del árbitro que tuvo mucha permisividad con el equipo local y muy poco acierto en sus decisiones con respecto al Orihuela, al que dejó con nueve jugadores por las expulsiones del guardameta Carlos Rocamora en un inexistente penalti que sólo el árbitro vio, y de Kike Mateo al responder a una agresión previa de un contrario que no tuvo su castigo.
En líneas generales, el conjunto de Miguel Ángel García ‘Aroca’ fue muy superior a su rival y ofreció su característico buen juego ante un Molina muy brusco en sus acciones. Pese a todo, los de la Vega Baja exhibieron minutos de buen fútbol sobre un césped en pésimo estado, con rodales de tierra y desnivelado en algunas zonas.
Fruto de esa superioridad, la defensa local hizo un penalti a Álex García en el tramo final de la primera parte, que se encargó de transformar Kike Mateo. Con el 0-1 se llegó al descanso, pero tras el mismo, el Molina se mostró todavía más duro en todas sus entradas, y cortaba a cada momento el juego de los oriolanos. No estaba dispuesto el equipo murciano a dejar perder el partido y, con ayuda del árbitro, le salió bien, puesto que a los 55 minutos el colegiado pitó un penalti totalmente inexistente presuntamente cometido por Carlos Rocamora, que había entrado a sustituir bajo palos a Emilio, al que además expulsó. De esta forma, el Molina empató el partido.
Otra acción para la polémica llegaría a los 60 minutos. Kike Mateo fue agredido por un contrario sin que el árbitro castigara la acción. El delantero oriolano respondió a la actitud del jugador rival con otra agresión, y ésta sí tuvo su castigo. Una vez más, el colegiado no midió con el mismo rasero a los dos equipos, y expulsó a Kike Mateo, dejando al Orihuela con nueve jugadores. Una vez más, el equipo de Aroca demostró veteranía y saber estar sobre el campo, al aguantar alrededor de 30 minutos el marcador de empate a uno pese a estar con dos hombres menos.
Por parte del conjunto ‘escorpión’ jugaron de titular: Emilio en la portería; en defensa Álex García, Juanfran, Del Cueto y Canillas; en el centro del campo Rubén y Vivanco; en las bandas Sergio Cuesta y Cañadas, y en el ataque, Kike Espinosa y Kike Mateo. En la segunda parte también jugaron Carlos Rocamora, Carrión, Juan Carlos, Alcolea, Solano y Carlos.
Tras el partido de Molina de Segura, la plantilla oriolana tiene dos días de descanso, por lo que vuelve a los entrenamientos el martes en El Palmeral, para preparar el primer partido de liga del domingo 25 en Borriol.
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