La víctima, vigilante privado de una finca, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por las lesiones producidas por los dos agresores, que le rompieron la mandíbula
La Guardia Civil ha detenido en Benidorm (Alicante) y Valdemoro (Madrid) a dos hombres de nacionalidad lituana, de 36 y 39 años, como presuntos autores de un delito de robo con violencia e intimidación y otro de lesiones graves. La brutalidad del robo causó unas lesiones tan graves a la víctima, que necesitó ser intervenida quirúrgicamente por fractura de mandíbula. Los dos detenidos ya han ingresado en prisión, aunque a uno de ellos se localizó en una cárcel de Madrid, pendiente de ser extraditado.
Agentes del Equipo de Policía Judicial de El Pilar de la Horadada han esclarecido un robo con violencia e intimidación, ocurrido de madrugada, en las afueras de un establecimiento de Orihuela Costa (Alicante).
La víctima, el vigilante privado de dicha finca, se vio de repente asaltado por dos hombres que arremetieron contra él usando la técnica del “mataleón”, un método muy agresivo consistente en pasar el brazo por el cuello hasta causar un semi-estrangulamiento. A consecuencia de esta brutal agresión, necesitó ser intervenido quirúrgicamente por rotura de mandíbula.
Los dos individuos, tras sustraerle 400 euros y el teléfono móvil, continuaron en el interior de la vivienda para obtener un botín mayor, pero antes de entrar, se aseguraron de que su identidad no fuera descubierta arrancando las cámaras de videovigilancia.
A pesar de su esfuerzo, los investigadores consiguieron acceder a parte de la grabación y gracias a su pormenorizado análisis, lograron una definición completa de sus rasgos físicos.
La intuición policial les hizo suponer que estos dos hombres habrían podido actuar en localidades cercanas, y difundieron las imágenes entre otros puestos de la Guardia Civil.
Y así fue, hacía tan solo dos semanas que la Guardia Civil de Torrevieja los había detenido por falsedad en sus documentos de identidad lituanos, aunque quedaron en libertad con cargos.
El paradero de ellos fue extremadamente difícil de averiguar, debido a que cambiaban continuamente de vivienda, carecían en España de domicilio fijo, y además, usaban identidades falsas para buscar alojamiento.
Finalmente, se detuvo al primero de ellos en una cárcel de Madrid, tras conocer su inminente extradición a Estonia para cumplir diez años de prisión por pertenencia a grupo criminal, estafa y robo con violencia e intimidación. La detención del segundo se produjo en un hotel de 4 estrellas de Benidorm (Alicante) donde se encontraba alojado.
Gracias a esta operación la Guardia Civil ha evitado que estas dos personas continuaran con sus acciones delictivas mediante robos, bien con fuerza, bien con violencia e intimidación.
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