“María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura” (Papa Francisco, EG 286).
Que descripción más gráfica y profunda nos ofrece el Papa acerca de la tarea de María en el lugar del acontecimiento de la Natividad del Señor. Son palabras, las suyas, expresivas y entrañables con las que dibuja la obra de María en aquel Belén originario y único.
Que bueno sería que, por intercesión de María, el Espíritu Santo viniera a transformar nuestras personas y vidas en lugares donde nace el Señor. Y que nuestros hogares, por su gracia, fueran casa de Jesús. Hogares conscientes de la sociedad en la que estamos, abiertos a la solidaridad.
Hemos recibido como un regalo anticipado de Navidad la preciosa Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” del Papa Francisco, que ya en el título hace referencia a la “Alegría del Evangelio” que llena el corazón de todo aquel que se encuentra con Jesucristo.
Frente a tantos pesimismos, el Papa nos invita a vivir y a compartir la alegrconocer a Jess pesimismos, el Papa nos invita a vivir y a compartir la alegraridad.
ñor. Y que nuestros hogares, por su gracia, ía de conocer a Jesús, la alegría de creer en su Evangelio. Una alegría que es motor de evangelización, pues quien encuentra y conoce, en serio, a Jesucristo siente necesidad de decir a otros el descubrimiento que pone una nueva luz en la vida. Es lo que les sucedió a los pastores de Belén, como leeremos estos días de Navidad en el Evangelio que nos narra como ellos, tras encontrar al Señor, cuentan su experiencia, suscitando admiración y llenándose de alabanza a Dios (Cfr. Lc 2,8-20).
A semejanza de los pastores no nos quedemos en el portal. Escuchemos el llamamiento del Papa en su Exhortación a no quedarnos en los templos sino a salir a anunciar el Evangelio, para que también gocen de su alegría los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Estamos llamados a una positiva “conversión misionera”.
En este momento de nuestra Iglesia de Orihuela-Alicante, el regalo navideño del Papa, la “Evangelii Gaudium”, es especialmente valioso. En efecto, por una parte, nuestra programación diocesana nos pide poner el acento en la dimensión evangelizadora de toda la acción pastoral. Por otra parte, la celebración de los 450 años de la creación de nuestra diócesis nos invita a agradecer nuestro pasado de fe, pero sobre todo a mirar hacia nuestro futuro, para que el pueblo que habita esta querida tierra de Orihuela-Alicante, siga caminando unido por una misma fe.
Que María interceda para que, como ella, hagamos realidad la casa de Jesús, y para que como los pastores, sin quedarnos en el portal, vayamos a anunciar la Buena Noticia de que este mundo tiene salida, porque Dios está con nosotros.
Para todos, con mi bendición, mi deseo de una Feliz Navidad.
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