El servicio asume la diálisis de pacientes desplazados que no han podido regresar a su lugar de origen
El Estado de Alarma ha llevado consigo restricciones en la movilidad de todos los ciudadanos. Tanto es así que este año el servicio de diálisis del Hospital Universitario de Torrevieja, de Ribera Salud, no ha contado con el habitual incremento de actividad para ofrecer tratamiento a pacientes desplazados de otras Comunidades Autónomas o países. Salvo excepciones.
La pandemia provocada por el Covid-19 no ha permitido regresar a sus lugares de origen a un total de cinco pacientes que se habían desplazado hasta Torrevieja y que han continuado sus tratamientos con todas las garantías y cariño en el hospital.
Los pacientes que reciben su tratamiento de diálisis emplean cuatro horas diarias durante dos o tres días a la semana. Es por ello que, el equipo que integra esta unidad se esfuerza por intentar hacer más amena la estancia de estos pacientes. Durante estas semanas, estos cinco pacientes han podido recibir su diálisis al ritmo de un saxofón que ha amenizado alguna sesión. Una iniciativa integrada dentro del Plan de Humanización de Ribera Salud y que se ha podido llevar a cabo gracias a David Paredes, profesional de la Unidad y saxofinista.
Los pacientes requieren diálisis cuando los riñones ya no son capaces de eliminar los desechos y el exceso de líquido de la sangre en cantidades suficientes como para mantener sano al paciente. Generalmente, esto ocurre cuando los riñones funcionan entre el 5 y el 15% de lo normal.
En el proceso de hemodiálisis, la sangre del paciente se conduce desde el organismo hasta una máquina conocida comúnmente como “riñón artificial” en la que pasa a través de un filtro de limpieza (dializador), en el que se produce el intercambio entre el líquido del dializador y la sangre, recogiendo las sustancias tóxicas de la sangre y aportando otras beneficiosas, y volviendo de nuevo al cuerpo.
“Los pacientes de diálisis pasan muchas horas al cabo de la semana con nosotros lo que provoca que, al final, seamos como una gran familia. Queríamos tener un gesto con estos cinco pacientes que no han podido regresar a sus hogares y que continúan dializándose con nosotros”, explica Beatriz Diaz, coordinadora del servicio.
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