El dueño de un local de compraventa de oro adquiría parte del botín para dar salida a las joyas sustraídas y lucrarse ilícitamente
Agentes de la Guardia Civil de Alicante y de la Policía Nacional de Murcia han detenido a seis personas, cinco varones y una mujer, todos de nacionalidad española, como presuntos autores de ocho delitos de robo con fuerza en casa habitada mediante escalo, blanqueo de capitales, delito de receptación y pertenencia a grupo criminal. De los seis detenidos, tres han ingresado en prisión y tres han quedado en libertad con cargos.
En acción conjunta, los investigadores pudieron constatar la presencia de un grupo criminal, asentado en la Región de Murcia pero con actividad delictiva en esta región y en la provincia de Alicante, donde entraron a dos viviendas de Benejúzar y otra en Catral. Los delincuentes estaban divididos en dos secciones: un núcleo operativo encargado de realizar los robos con fuerza en domicilio y otros encargados de dar salida a los objetos sustraídos.
Los que se dedicaban a robar tenían funciones bien delimitadas. Uno de ellos ejercía de conductor, realizaba funciones de vigilancia y trasladaba con seguridad a los autores materiales entre las viviendas seleccionadas. Otro seleccionaba el inmueble objetivo de los robos y contribuía a la vigilancia de la vivienda asaltada, en muchas ocasiones con moradores en el interior, mientras terceros se encargaban de acceder mediante escalo al inmueble previamente escogido.
Esta organización contaba con un empresario que regenta un establecimiento de compraventa de oro, quien adquiría parte del botín obtenido ilícitamente, no registrando estas compras en los correspondientes libros sujetos a inspección.
Tres registros en la ciudad de Murcia
Durante los tres registros llevados a cabo en Murcia, se han intervenido joyas y relojes e instrumentos utilizados para contrastar la pureza del oro: test para conocer la ley del oro (proporción en peso en que el oro se encuentra en una aleación), piedra de toque y ácidos de contraste.
Además en el establecimiento compraventa de oro se han intervenido instrumentos para fundir el metal, por lo que se sospecha que las joyas de ilícita procedencia podrían haber sido fundidas en ese local para evitar ser identificadas y vinculadas a diversos robos. También se ha incautado un vehículo de alquiler utilizado para perpetrar lo robos y joyas de diversa índole y metal. Todas ellas están siendo chequeadas para determinar si pudieran provenir de algún robo.
La operación ha sido desarrollada por agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Guardamar del Segura (Alicante) y el Grupo de Delincuencia Especializada de la Brigada de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Murcia, y han contado con el apoyo de las Áreas de Investigación de la Guardia Civil de Dolores, de Guardamar y del Puesto de Jacarilla.
La misma sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones, así como el esclarecimiento de nuevos hechos.
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